Hoja verde
Nearshoring
El nearshoring nos pone en una coyuntura histórica, una oportunidad que tal vez no volvamos a tener en generaciones.
Gabriel España (Editorialista de Forbes).
La evolución de la economía, es un fenómeno adaptativo, que rompe paradigmas y por ello también trae consigo una adaptación de términos que nos permiten identificar y comprender los fenómenos que suceden en el mundo. Un ejemplo de ello es la relocalización o nearshoring.
El tema no es exclusivo de México, pero tras la pandemia por Covid-19 la palabra “nearshoring” comenzó a acaparar las portadas de los diarios nacionales. En foros, cumbres o distintos eventos donde se comenta sobre economía, la conversación principal era la reconfiguración de las cadenas de suministro a nivel global, y cómo estas empresas veían al país como plataforma de manufactura para exportar al mercado más grande del mundo: Estados Unidos.
Al final del ocaso y del abismo, pareciera que hay posibilidades de un nuevo amanecer, sobre la turbulencia geopolítica actual, la puerta de acceso de la industria manufacturera estadounidense de China (si, leyeron bien) tiene un nuevo nombre grabado en letras de oro: México.
Una variedad de factores está afectando el éxodo de China, entre los cuales los tres más importantes son:
Las tensiones comerciales entre China y EE. UU.
La pandemia de Covid-19.
El conflicto Rusia-Ucrania.
Todo esto ha llevado a que los costos de transporte de Asia a USA hayan aumentado casi seis veces entre 2019 y 2022, lo que obliga a pensar en reubicar fábricas y centros de producción a nuestro país, esto ha sido bautizado como “nearshoring”.
Hoy existe una indetenible migración de empresas chinas, que buscan en México, una opción de expansión a mercados en otras latitudes, gracias a la estratégica localización y conexión de México con no solo EE. UU. también con toda Latinoamérica, los costos laborales en México, hoy en día son significativamente más bajos que en China.
Nuestro país se beneficia por la apertura comercial que le permiten los ya catorce tratados de libre comercio con cincuenta países, lo que se suma a la larga lista de atractivos para las empresas chinas que crecen en México.
Al día de hoy, Estados Unidos importa unos 600,000 millones de dólares desde China y cerca de 450,000 millones de dólares de México. Las exportaciones de México a USA, a su vez, representan casi el 40% de nuestra economía de 1.3 billones.
Dada la escasez de mano de obra y los costos en los EE. UU., México desempeña un papel clave en la salida de corporaciones estadounidenses de China. Es de esperar que la nueva configuración de la manufactura global por parte de las empresas tome de 3 a 5 años, aunque las exportaciones mexicanas de los centros existentes ya están en plena expansión, con exportaciones de productos electrónicos actualmente creciendo 25% por encima de los niveles de 2019.
El último reporte Nearshoring Tracker realizado por Credit Suisse arroja sobre la llegada de inversiones extranjeras a México que están relacionadas a este fenómeno. Por ejemplo, identificó que durante el 2022 se hicieron 102 anuncios de inversiones que comprometieron 18 mil 144 millones de dólares, es decir, la mitad de los flujos que los analistas encuestados por Banxico anticipan para el cierre de 2022.
Para entender qué beneficios visibles traerá este año el nearshoring a México podemos leer las opiniones de los expertos, como la Dra. Luz María de la Mora, exsubsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, quien fue pieza clave para acercarse a aquellos capitales que deseaban instalarse en México.
Para este 2023, la experta ve mayores flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) y desarrollo de clústeres de industrias que participan en cadenas de suministro como el automotor, de autopartes y baterías eléctricas, así como la consolidación y fortalecimiento de la planta productiva de México.
Algunos beneficios tangibles ya se empiezan a ver, como el crecimiento de la capacidad de parques industriales para ampliar empresas ya instaladas y albergar a nuevas empresas que buscan entrar a México. Ello obviamente se traduce en generación de fuentes de empleo formal.
Si México sabe aprovechar el contexto en el que se encuentra, el lugar que ocupa como socio comercial de Estados Unidos y su red de tratados, el nearshoring se presenta como otra herramienta para la atracción de nueva inversión y la reinversión de lo que ya se encuentra en México. Hay un tema energético y hay que decirlo, para que México pueda aprovechar los beneficios del nearshoring, tanto en mayor inversión como generación de empleos de calidad, se necesita certeza jurídica, y en especial en el sector de energía, pues el país debe ser capaz de proveer la energía suficiente y necesaria pero también que esta sea limpia para que las industrias que vengan cumplan con sus compromisos y metas de ser neutrales en carbono para los próximos años. No dejemos pasar la oportunidad.
Comparto estas líneas desde Colombia, donde estoy en mi calidad de empresario turístico. Para la próxima columna, les comentaré sobre mi estancia en la ANATO, el mayor evento turístico de Colombia. Recordemos que solamente Juntos, Logramos Generar: Propuestas y Soluciones.
JLG