Hoja verde
Semana Santa
«Elí, Elí, ¿lemá sabactani?» «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»
Palabras de Jesús en la cruz. San Mateo 27:46-50 DHH94I.
Durante la semana santa se conmemora la muerte del Jesús histórico, en la cruz, víctima de la traición de Judas, uno de sus apóstoles, que lo vende por treinta monedas de plata, siendo llevado por este hecho en la Divina Comedia, de Dante Aligheri, hasta lo más profundo del averno, en el noveno círculo del infierno, donde el mismo satanás, pero con tres cabezas, roe los cráneos de Judas, de Bruto y de Casio, por haber consumado el peor de los pecados; el de la traición.
Independientemente de la concepción religiosa, es claro que es muy probable que haya existido un hombre llamado Jesús, el cual vivió hace 2.000 años, en parte de lo que hoy se conoce como Israel. También que era un judío que lideraba un grupo religioso disidente con un grupo nutrido de seguidores y que sus acciones terminaron molestando al Imperio Romano y a las cabezas de la iglesia judía.
Por ello, finalmente fue condenado, torturado y asesinado por crucifixión, una práctica común al dictar pena capital en esos tiempos. Tras su muerte, sus seguidores se encargaron de difundir sus enseñanzas. La historia terminó y comenzó el mito, la religión, la teología.
La Semana Santa o Semana Mayor es una de las celebraciones anuales populares más importantes de la cultura cristiana, que conmemora las distintas etapas de la Pasión de Jesucristo: desde su entrada a Jerusalén, hasta su viacrucis, muerte y resurrección. La Semana Santa es uno de los momentos anuales de mayor intensidad litúrgica y ritual del cristianismo.
En términos religiosos, la Semana Santa representa la última semana del mesías en la tierra. Por eso, sus contenidos rituales van desde lo triunfal, hasta lo trágico y lo glorioso.
Suele celebrarse en una fecha variable del año, entre marzo y abril, luego del Domingo de Ramos, y a partir del Miércoles de Ceniza, los días comienzan a ser “días santos”. De todos ellos, los más importantes son el llamado “Triduo Pascual” (del latín Triduum Paschale), que abarca desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Pascua (o Domingo Resurrección).
La Semana Santa coincidía inicialmente con la pascua judía, y sus criterios de celebración fueron más o menos los mismos de esta última. Por esa razón los cristianos consideran a Jesús de Nazaret como el “Cordero de Pascua”, cuyo sacrificio permitió la purga de los pecados de la humanidad en su conjunto. Esta transición se produjo principalmente gracias a un prolífico escritor de la época, pionero de la Iglesia cristiana y autor de muchos textos que ahora se encuentran en la Biblia: Paulo de Tarsus (c. 5-67).
Estas cartas han sido atribuidas a Lactancio y a Eusebio de Cesarea, los cuales, de acuerdo a una versión, fueron los encargados de crear y difundir el cristianismo, a petición de Constantino, en el año 303, que deseaba contar con una religión uniforme en el imperio romano, que entonces contaba con más de 4.5 millones de kilómetros cuadrados, y que por lo tanto contaba con cientos de deidades a quienes venerar.
¿Cómo murió Jesús? Había tres formas de ejecutar a un convicto en la antigua Roma. Según los historiadores, un objetivo los unía: no permitir la conservación de huellas de la memoria, es decir, imposibilitar la sepultura de restos mortales.
Generalmente, los condenados eran llevados a los circos romanos por delitos como asesinato, parricidio, delitos contra el Estado y violaciones. En la arena, estos criminales enfrentaban barbaridades hasta la muerte: sus restos eran devorados por los insectos. Una segunda forma de ejecución era el fuego, que tampoco dejaba muchos residuos. La crucifixión era el castigo para los esclavos que atentaban contra la vida de sus amos y los que participaban en rebeliones. Además de todos aquellos que no eran ciudadanos romanos, como Jesús.
Los pies fueron atados o clavados, por otro lado, al poste vertical, sobre el cual sobresalía una especie de asiento de apoyo a la altura de las nalgas. La muerte fue lenta, muy lenta, y acompañada de un sufrimiento terrible. La víctima, levantada del suelo a no más de medio metro, estaba completamente desnuda y podía quedar colgada durante horas, si no, días, sacudida por espasmos de dolor, náuseas y la imposibilidad de respirar adecuadamente, ya que la sangre no podía ni siquiera fluir a las extremidades que estaban tensas hasta el punto del agotamiento.
Lo que es un entendimiento casi unánime entre los investigadores es que los clavos fueron clavados en las muñecas, no en las palmas; debido a la complexión ósea, las manos “se rasgarían” con el peso del cuerpo.
Jesús tuvo un paro cardíaco por hipovolemia, es decir, la considerable disminución del volumen sanguíneo después de todas las torturas y las horas clavado en la cruz. Por lo tanto, habría muerto de un shock hemorrágico. La muerte en la cruz es un método de absurda violencia física. El tiempo dependía de las condiciones físicas en las que se encontraba el crucificado. Si la tortura anterior había sido muy intensa, esto de alguna manera podría haber hecho morir más rápido al condenado.
Para los acapulqueños y demás residentes en destinos turísticos, la conmemoración de la semana santa, es una época de gran afluencia, al contar con días de asueto, los turistas viajan a las costas de Guerrero, especialmente a nuestro querido Acapulco, donde recibimos con beneplácito su visita y su derrama económica.
Jesús, de alguna manera nos bendice y nos acompaña en la salvación de la temporada, con la conmemoración de su muerte, el dulce y buen Jesús, nos sigue bendiciendo con su misericordia, en estas fechas, simplemente deseo que reflexionemos sobre la vida y muerte de Jesús y les deseo que tengan los mayores éxitos, durante esta semana mayor, y les recuerdo que es imperativo que tratemos bien a nuestros turistas, recordar que no existe el “turista mediocre”, todos los turistas deben ser bienvenidos, aceptados, amados y deben recibir un trato regio, entendamos el concepto, de ellos vivimos. Recordemos, solamente Juntos, Logramos Generar: Propuestas y Soluciones. JLG.