Teléfono rojo
La oportunidad: Manuel Bartlett
La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera.
Horacio (Poeta romano, 65 a.C. a 8 a.C.)
Poco después de la salida de Carlos Loret de Mola de Televisa, en su medio alternativo, W radio, se hizo pública la verdadera fortuna del hoy flamante director de la CFE de 83 años.
¿Quién es Manuel Bartlett? Definitivamente era un integrante de la élite (la llamada “mafia del poder”) atacada siempre por el presidente de la república. Hijo de un exgobernador de Tabasco, yerno del poeta Salvador Díaz Mirón, con maestría y doctorado en Ciencia Política, egresado con 9.6 en la facultad de derecho de la UNAM, con estudios en la Universidad de París y en Manchester. Becado en ambas ocasiones, es todo, menos un improvisado. Afín a la corriente democratizadora de Carlos Madrazo, supo escalar dentro de la Secretaría de Gobernación con Mario Moya Palencia, como Director General de Gobierno, durante todo el sexenio de Luis Echeverría Álvarez, desde ahí se desempeñó como Secretario exoficio de la Comisión Electoral.
Bartlett se ha caracterizado por la lealtad a quien sirve y su constancia y permanencia en sus puestos, en el sexenio de López Portillo, se integró como Director de Asuntos Políticos de la Secretaria de Relaciones Exteriores, bajo el mando de Santiago Roel, hasta la renuncia del secretario en 1979, al tiempo del nombramiento de Miguel de la Madrid Hurtado, como Secretario de Programación y Presupuesto, con don Miguel, Bartlett fue su principal asesor político y encabezó sus esfuerzos para lograr la nominación (y en ese entonces, la presidencia de manera automática) del PRI a la presidencia de la república. Fue Secretario de Gobernación durante todo el sexenio del Presidente De la Madrid, de 1982 a 1988. Como Presidente de la Comisión Electoral (épocas aciagas donde no existía el INE) manejó el proceso electoral, ante el despertar democrático por la candidatura del “Hijo del General”, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, tuvo que acallar el sistema, por la votación mayoritaria que llegaba primero de la Ciudad de México y que creaba la percepción de un triunfo contundente de Cárdenas. ¡Se cayó el sistema! Que fue convertido en: “Se calló el sistema”. Fueron sus palabras. La información dejó de fluir y finalmente Salinas fue declarado ganador con poco más del 50 % de los votos. Su acción fue compensada ampliamente durante el sexenio Salinista, fue nombrado Secretario de Educación (donde se desempeñó por cuatro años) para de ahí irse a gobernar Puebla, donde fue calificado por la oposición como de corte duro y represor. Intentó ser candidato del PRI a la Presidencia (hubiera perdido al igual que lo hizo Labastida, contra Vicente Fox) y me hubiera gustado ver esa campaña. Fue postulado por el PRI como Senador por la representación proporcional, en 2006 rompe con el PRI y hace un llamado al voto útil a favor de López Obrador, lo que sella su compromiso con el actual presidente, en 2012 vuelve a integrarse en el Senado, pero ahora con un nuevo ropaje opositor, siendo el coordinador del grupo parlamentario del Partido del Trabajo.
En el 2018 es nombrado Director de la CFE, por el hoy presidente, nombramiento que provocó rechazo por los antecedentes y la vinculación, (cierta o no) con el fraude electoral de 1988 y con el asesinato del agente de la DEA, “Kiki” Camarena.
¿Es inmoral que un político se enriquezca? No, si lo hace por una tercera vía, algún negocio colateral, sin utilizar tráfico de influencias, puede hacer que un funcionario público, amase una considerable fortuna, sin desdoro alguno. Aquí lo que destaca es la falta de transparencia, don Manuel declaró en sus bienes patrimoniales tan solo 51 millones de pesos, resulta que la suma de las propiedades encontradas (entre registradas a su nombre y muy cercanos) ronda los 800 millones de pesos. Ante la insistencia de la oposición, la Secretaria de la Función Pública, tuvo que rectificar (había salido a su defensa de entrada) e iniciar una investigación. Sin embargo, pese a ello, el presidente sacrificando su imagen, salió también a señalar a los acusadores y respaldar a su funcionario. Aquí el análisis: López Obrador, tiene ante sí una oportunidad de oro, inmolar en aras de generar una mejor percepción de su gobierno a un amigo que le fue útil, pero que finalmente tiene ya ochenta y tres años y no es que digamos necesite del puesto para sobrevivir. Una renuncia y un retiro discreto del antes todopoderoso funcionario, mandaría una señal muy positiva a la clase política opositora y a los cercanos, ahora sí, para que se porten bien.
Difícilmente se le presentará un caso tan emblemático como el actual al presidente durante su sexenio, en percepción y popularidad, podría representarle un mejor dividendo que la detención de Rosario Robles y entiéndase que no estamos prejuzgando al hoy señalado. Simplemente señalando de un modo pragmático y utilitario que ante la escasa popularidad del señalado resulta ser una víctima propicia.
¿Habrá justica? ¿Habrá impunidad? No lo sabremos, pero es uno de los hechos que marcarán el sexenio. El presidente puede revestirse de un impoluto y prístino ropaje. O puede caer en la tentación de utilizar su todavía gran popularidad, para proteger y encubrir. La decisión es personal. Los asesores darán seguramente su punto de vista y finalmente nosotros seremos espectadores de la línea que quiere marcar este gobierno. Estaremos atentos, finalmente recuerden que solo Juntos Lograremos Generar: Propuestas y Soluciones.
Cierro con la frase de Paul Aster, el guionista de la meca del cine, autor existencialista, que tiene en sus obras entre muchas otras: “El hombre en la oscuridad” y “Leviatán”: Si la justicia existe, tiene que ser para todos; nadie puede quedar excluido, de lo contrario ya no sería justicia.
JLG.