Propuestas y soluciones
El Cabildo
Señores del Cabildo: esto ya pasa de juguete; no estamos en circunstancias de que ustedes se burlen de nosotros con sandeces. ¡El pueblo quiere saber de qué se trata!
Antonio Luis Beruti. Político Argentino 1772 – 1842
(Irrumpiendo a la sala de cabildo, después de haberse tardado el mismo en sus deliberaciones).
Los cabildos fueron corporaciones municipales creadas en Canarias y posteriormente en las Indias, América y las Filipinas por el imperio español para la administración de las ciudades. El término cabildo proviene del latín capitulum a la cabeza. El nombre completo con que se encabezaba cada uno era: Muy Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento de….
El Cabildo español no procede de Roma, fue una manifestación del individualismo teutón.
El cabildo —también llamado ayuntamiento o concejo (concillium)— era el representante legal de la ciudad o villa, el órgano municipal por medio del cual los vecinos velaban por los problemas judiciales, administrativos, económicos y militares del municipio. Su estructura y composición fue semejante a la que tuvieron los concejos de España, pero sus atribuciones variaron y también su importancia política, debido a las condiciones especiales que tuvo la sociedad de los reinos y provincias de ultramar.
A partir de los primeros años de la conquista constituyeron un eficaz mecanismo de representación de las élites locales frente a la burocracia real. Diversas disposiciones reales pretendieron someterlas a la autoridad de los representantes del rey de España, pero la lejanía con la metrópoli obligó a admitirles un alto grado de autarquía, al menos hasta fines del siglo XVIII, cuando las reformas borbónicas avanzaron sobre las atribuciones de los cabildos, principalmente por la creación de las intendencias, restándoles fuerza.
En nuestro Acapulco, antes Ciudad de Los Reyes, esta estructura está presente desde mucho tiempo atrás, hoy nuestro cabildo de Acapulco, ha sido objeto de una atención inusual por parte del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y en una semana ha mencionado en dos ocasiones, el tema de los ingresos de los regidores y también ha manifestado su opinión sobre el número de los mismos.
Acapulco es una ciudad con población numerosa, es cierto que llegó a contar con un número excesivo de regidores, en el ayuntamiento que presidió Rogelio de la O Almazán, con la venia de José Francisco Ruiz Massieu y la complicidad en ese tiempo del órgano electoral estatal, el número se incrementó.
El aumento fue de 5 regidores para el PRD a un total de 8 (3 más, tres “pasaditos”), como quedó manifestado en un debate de la LV Legislatura federal sobre ese tema, donde uno de mis compañeros del doctorado argumentó al respecto. El PRI, para mantener la mayoría y el control, aumentó también su número, (lo había hecho hasta 13), pero como llegó un excandidato a diputado local del PRD (que de entrada estaba inhabilitado para integrarse, porque había sido candidato a otra posición), con la constancia de mayoría en la mano, para tomar protesta, Rogelio de la O, que se la sabía de todas, todas, le pidió a Anituy Rebolledo que se incorporara y tomara protesta también en la facción del PRI. Así de sencillo se manejaban los procesos electorales, en la época anterior al INE, al IFE, y al IEE de cada estado.
Esta conformación de 28 regidores, se mantuvo en la siguiente administración, que ganó el PRI, con Juan Salgado Tenorio y que terminó siendo administrada por el Dr. Manuel Añorve Baños, después de la debacle de Salgado Tenorio ante el Doctor Zedillo, motivado por la furia del Huracán Paulina.
Después regresó a los 20 regidores con los que se contó en la administración de René Juárez Cisneros (antes de Rogelio) y es la que persiste hasta la fecha. Solamente que ahora con un importante error en la conformación, antes el partido que ganaba, obtenía la presidencia municipal, los dos síndicos y la mitad de los regidores (10 o 14) en su caso. Y el resto de regidores era distribuido de la siguiente manera: El partido que obtenía el 2º. Lugar, ocupaba hasta el 25 % de los regidores (5 o 7) (aunque en el caso de la elección de 1993, el PRD llegó hasta 8, de manera facciosa). Y el otro 25 % (5 o 7) eran repartidos de acuerdo al porcentaje de votación, si cumplían con un porcentaje mínimo, hasta que se agotaran, repartiendo de mayor a menor y repitiendo el ciclo.
El ejecutivo estatal (Zeferino Torreblanca) presentó una ley (no tengo la menor idea de quién lo asesoró) que producía que el cabildo se integrara proporcionalmente a la votación obtenida, eso es un error, porque el mandato se le da a un partido, encabezado por el o la primer(a) edil, que debe de contar obviamente con mayoría. El cabildo no es un congreso en pequeño, es otro órgano, independiente, con otra historia y otros fines. La búsqueda infructuosa de la excesiva democratización, como si fuera un fin máximo y no un medio, lo único que produce, son aberraciones legales, que conducen a la inmovilidad, y que obligan al primer edil a comprar el apoyo de sus correligionarios (para no perderlos) y de adquirir (con “cañonazos de 50,000” parafraseando a Obregón) a sus potenciales detractores. Generando corrupción. Eso debe de terminarse, urge en el congreso una reforma que permita al presidente municipal que gane contar con mayoría, para que tenga gobernanza y gobernabilidad.
Por último, en este manejo irracional de los recursos de cooptación, se ha acostumbrado otorgar dinero a los regidores para “obra” o “gastos sociales” muchos de ellos, recursos sin comprobar, lo que es tan solo un subterfugio, para comprarlos. El regidor, no debe de manejar ningún recurso, más que el de su salario y gastos de oficina o representación y viáticos en comisiones especiales, su función es deliberativa en la sesión de cabildo y de gestoría (llevando los temas de gestión a los funcionarios correspondientes).
Analicemos este tema y creo que estaremos de acuerdo. Habrá que llevarlo al congreso, ojalá cuente con el apoyo correspondiente, recuerden que solamente Juntos, Logramos Generar: Propuestas y Soluciones.
JLG