Teléfono rojo
El Aca-Moto
No existe orden en el mundo que nos rodea, debemos adaptarnos al caos.
Kurt Vonnegut Jr.
Hace pocos días, fue el día de las madres, no quiero que pase la fecha, sin que lo mencione en esta columna que ya se ha vuelto regular, mi madre, el 10 de mayo antes de que yo naciera, estaba embarazada de mí, fui “su regalo”, en realidad mis padres me dieron ese regalo maravilloso que es la vida, y después una vida de ejemplo, de trabajo, dedicación, valores y principios, que me ha ayudado mucho para poder desarrollarme en mi vida profesional y personal, así que no quiero decir nada más: Felicidades Mamá, quiero acotarlo a una palabra: Gracias.
En mayo se vive a la mitad del mes, el día del maestro, quienes tienen de regalo la nueva reforma educativa, que tiene como principal logro para ellos, el rechazo a la temida evaluación. Querían y quieren más, el magisterio no se quedará tranquilo, se han dado cuenta desde hace décadas del poder sindical que tienen y lo ejercen, a veces en perjuicio de otros e incluso de la educación que es lo que los debiera de normar.
En Acapulco, en el mes de mayo, estamos acostumbrados a recibir/sufrir/disfrutar, el famoso festival ACA-MOTO, que nos dejó de herencia la administración de Félix Salgado Macedonio, en está ocasión, será el primer año que acuden, -si es que lo hacen- con una administración federal y municipal emanada de Morena. ¿Habrá orden? ¿Tendremos un buen espectáculo para los motociclistas y los turistas afines a este pasatiempo, que para algunos es una filosofía de vida? ¿O viviremos un caos al que tendremos que adaptarnos, cómo dice Kurt Vonnegut Jr.?
El secretario del Ayuntamiento, el doctorante Ernesto Manzano Rodríguez, ya comentó abiertamente que habrá retenes del ejército, la armada de México y la policía federal, para evitar el ingreso al puerto de armas, portadas por los motociclistas, drogas y vehículos con reporte de robo.
La historia se repite anualmente, los empresarios aceptan el caos provocado, dada la derrama económica, la ciudadanía con vehículos automotores, se quejan de la monopolización que realizan los bikers de algunos tramos de la costera Miguel Alemán. La queja del ciudadano común, es la siguiente: No hay orden. La autoridad es burlada.
Creemos que cualquier evento puede realizarse, siempre y cuando medie un elemental principio de orden y de aplicación de la ley. Entendemos la tolerancia, pero el exceso de ella, puede acrecentar la intolerancia de acapulqueños, contra un evento que de alguna manera nos sigue dando un ingreso que, aunque modesto, no es despreciable.
El año pasado, las 2.5 toneladas de basura, fueron compensadas por los cerca de 50 millones que aportan los motociclistas, a pequeños hoteles y restaurantes, solamente del Acapulco Tradicional, para aquellos acapulqueños, que piensan (sueñan) que no viven del turismo, les tengo noticias; independientemente de la actividad formal o informal que realicen, todos sin excepción vivimos en Acapulco, directa o indirectamente del turismo. Tenemos una relación simbiótica con la industria sin chimeneas y el resto de servicios y procesos productivos que se ofrecen en nuestra ciudad y puerto; eso es una realidad absoluta.
Hay que hacer una labor de concientización de nuestros visitantes, dar el ejemplo respetando vialidades y ofrecerles una ciudad limpia, para poder exigirles a nuestros visitantes que la dejen igual.
Un reto importante para la administración pública municipal y sus corporaciones de seguridad, los ojos de miles de opositores políticos, estarán con la vista fija en la yugular de la alcaldesa, para intentar denostarla, ante cualquier eventualidad que pudiera presentarse. La crítica es una condición humana. Si la administración logra manejar con capacidad el evento, será un buen punto a favor, utilizable como punto de venta, para las futuras aspiraciones políticas de los integrantes del partido hoy en el poder.
En una de las páginas de promoción del evento, en redes sociales, se cuentan más de 17,000 interesados en el evento y más de 10,000 que tienen disponibilidad de venir.
Motociclistas, sean bienvenidos. Ahora, recuerden que están en nuestra casa, disfrútenla, de manera responsable. Estaremos vigilantes.
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Jorge Laurel González.
JLG.