Teléfono rojo
27 de octubre 1849. 1ª. Parte.
Pobre entré a la presidencia y pobre salgo de ella.
Juan Álvarez.
Somos cinco millones de Guerrerenses, de los cuales 3, 600,000 viven en el estado de Guerrero, alrededor de 1,400,000 viven en USA. Principalmente en las ciudades de Chicago, Los Ángeles, Atlanta y Nueva York. También hay algunos miles que han emigrado a Canadá y cerca de 200, 000 han salido del estado para ir a radicar a otros estados de la república, de cada 100 guerrerenses que salen de la entidad, los estados que más guerrerenses captan, son los siguientes: el 12 % Baja California Norte, el 10 % Morelos, el 10 % Baja California Sur, el 9% al estado de México y un 8 % Michoacán. En ese mismo lapso, ingresaron al estado alrededor de 58,000 habitantes de otros estados, que vinieron a vivir a nuestro estado, ellos provienen: 17 % del estado de México, 12 % de Morelos, 9 % de Michoacán de Ocampo y sospechosamente un 5 % del estado de Sinaloa.
Independientemente de donde estemos, todos los Guerrerenses deberíamos de celebrar (los que están enterados, al menos) que el 27 de octubre, se fundó el estado, el término formal es “La erección del estado de Guerrero”.
Este pasado 27 de octubre, se cumplieron 172 años, el estado nació en 1849. Su historia empieza con antelación, desde épocas remotas.
Una vez que Tenochtitlán fue destruida y los mexicas sometidos, el océano pacífico atrajo la atención de los conquistadores, esencialmente por motivos económicos. En 1519 Hernán Cortés ordenó que se explorara la provincia de Zihuatlán o Zacatula, como la llamaron los conquistadores, para cerciorarse de la existencia del Mar del Sur y de las riquezas en oro y perlas; la expedición estuvo a cargo de Gonzalo de Umbría.
A fines de 1520 el mismo Cortés mandó reconocer la región taxqueña, con el objetivo de localizar metales para fundir piezas de artillería. De esta manera, la penetración armada fue formalizando la conquista del territorio sureño, que no opuso gran resistencia, debido al temor que había despertado la noticia de la caída de Tenochtitlán.
Al conformarse la primera división política de la Nueva España, en el segundo tercio del siglo XVI, se estableció la Real Audiencia y se dividió el territorio de la Nueva España en cinco provincias, dentro de las cuales se establecieron Corregimientos y Alcaldías Mayores que tenían por objeto vigilar el orden de los pueblos y regular las relaciones entre los españoles y las comunidades indígenas. De esta manera se establecieron en el territorio sureño las alcaldías mayores de Tlapa bajo la jurisdicción de la provincia de Puebla; Taxco, Iguala, Chilapa y Acapulco de la de México y Zacatula bajo provincia de Valladolid.
La evangelización se llevó a cabo principalmente por los frailes agustinos en la zona centro, la Montaña y Tierra Caliente y por los franciscanos en la zona Norte, la Costa Grande y Acapulco.
Desde la colonia, tuvimos a personajes destacados, en Taxco, el poeta y dramaturgo Juan Ruiz de Alarcón (1572-1639), quien provenía de una familia hidalga bien relacionada con la nobleza castellana pero asentada en la Nueva España. Hay que destacar que no fue bien valorado por sus contemporáneos y su obra permaneció en el olvido hasta bien entrado el siglo XIX, cuando fue rescatada por Juan Eugenio Hartzenbusch. A pesar de que su producción se desarrolló en España, el pensamiento generado en la Nueva España a causa de sus obras fue importante para su posterior apogeo y el influjo de las tradiciones entre ambas regiones resulta inherente a la forma de reflejar el estilo de vida en dichas épocas.
En la gesta independentista, Guerrero fue escenario de la lucha entre realistas e insurgentes, las mismas batallas de Vicente Guerrero, Juan Álvarez, Morelos, los Bravo, Hermenegildo Galeana, aportaron parte de la sangre con la que finalmente de manera simbólica se escribió el Plan de Iguala y se concretó la independencia. El 20 de octubre de 1810, Hidalgo comisionó a José María Morelos para levantar en armas al sur, consciente de la importancia que tenía para la causa el puerto de Acapulco. Morelos entró a tierras surianas siguiendo la ruta de la Costa Grande. Después de varios intentos fallidos para tomar el puerto, Morelos dejó tendido un cerco y marchó a los valles centrales, donde se unieron a la causa: Vicente Guerrero a quien el nombre del estado rinde homenaje, Nicolás Bravo, otro caudillo que llegó a la presidencia en 1839, y que combatió bajo las órdenes de José María Morelos, junto con Hermenegildo Galeana y Leonardo Bravo, y en el segundo círculo de insurgentes se encontraba Juan N. Álvarez, quien años más tarde impulsaría, junto con Nicolás Bravo, la creación del estado, y sería su primer gobernador, así como el matrimonio Catalán en Chilpancingo.
En 1810 proveniente de Zacatula; José María Izazaga, benefactor insurgente se integró con 130 hombres al ejército Insurgente en Petatlán, estado Guerrero.
El 6 de septiembre de 1813 fue inaugurado en el templo de Nuestra Señora de la Asunción en Chilpancingo, el Congreso de Anáhuac, una idea que Morelos había recibido de Miguel Hidalgo, en su encuentro con él el 20 de octubre de 1810, y que pretendía establecer bases legislativas para la organización de la lucha por la Independencia. El día que inauguró el Congreso, Morelos redactó y pronunció, la famosa declaración conocida como Sentimientos de la Nación, documento que ha servido de inspiración para muchas generaciones de políticos. El Congreso promulgó el 13 de septiembre el Acta Solemne de la Declaración de Independencia de la América Septentrional, declarando a México como nación independiente. El 22 de octubre de 1814, fue expedida la Constitución de Apatzingán, primer documento en la historia del constitucionalismo mexicano.
A la muerte de Morelos, Vicente Guerrero tomó en sus manos la bandera de la insurrección en un periodo de resistencia, entre 1816 y 1820, cuando muchos insurgentes como Nicolás Bravo e Ignacio López Rayón, se acogieron a la política del indulto, instrumentada por el virrey Juan Ruiz de Apodaca, y sólo Guerrero y Guadalupe Victoria en Veracruz, se mantenían como insurgentes; por lo demás, el país estaba casi pacificado. Guerrero e Iturbide se dieron cuenta lo que decimos cada semana, y consiguieron la Independencia de México, solamente Juntos, Logramos Generar, Propuestas y Soluciones (continuará).
JLG.