Quebrada/Por El Clavado

Unidad nacional

Donald Trump llegó en el peor momento para México, lo sabe, y busca sacarle el mayor beneficio.

El presidente Enrique Peña Nieto no debe perder de vista que trata con alguien carente de oficio político, como lo demostró ya su campaña y la falta de diplomacia una vez en la presidencia del país más poderoso del mundo.

Trata pues con un empresario, nacionalista y ultra conservador, cuyo principio es el de la selección natural: sólo los fuertes sobreviven.

De ahí que la coyuntura de la implementación del gasolinazo que lo llevó a niveles récord en la desaprobación ciudadana a su labor, Peña Nieto sea visto como el rival más débil, además del más cercano, por el nuevo jerarca estadounidense.

Desde esa condición mayoritariamente desaprobatoria de su gestión, hacer un llamado a la unidad nacional es todo un reto.

Sin embargo debe hacerlo porque la coyuntura lo exige, así lo lee la clase política e incluso la oposición, por lo que ha recibido respaldo mediático del líder del Movimiento de Regeneración Nacional, Andrés Manuel López Obrador, y de otras fuerzas de izquierda como el PRD.

Ellos a cambio le demandan firmeza, pero no es lo único que el presidente de México necesitará para que los ciudadanos respondan a la unidad y se sumen a una estrategia política y económica para defender a nuestros migrantes y a la economía nacional y familiar lastimada desde su propio gobierno.

A Peña Nieto le urge emprender a la par de una estrategia comercial con otras naciones, medidas internas de cohesión que aporten a la unidad nacional con la que debe fortalecerse, y que difícilmente logrará con estrategias de redes sociales, sino con hechos que hagan sentir a la población, una mejoría y que vale la pena arropar al presidente.

*Quebrada es una columna realizada con aportaciones de los reporteros de Quadratín, previamente verificadas.