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ACAPULCO, Gro., 19 de febrero de 2018.- Para brindar una nueva oportunidad de vida a niñas y niños con insuficiencia renal crónica, cuyo riñón funciona con sólo el 15 por ciento de su capacidad, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que dirige Tuffic Miguel, se realizaron 115 trasplantes renales a niñas y niños durante 2017.
De acuerdo con un boletín, en los últimos cinco años, en hospitales y Unidades Médicas de Alta Especialidad se han realizado 779 cirugías para reemplazar este órgano encargado de limpiar la sangre eliminando elementos como líquido sobrante, sales y productos de desecho, que segrega hormonas que ayudan a regular la tensión arterial, a producir nuevos glóbulos rojos y a mantener la concentración de calcio en sangre para tener huesos sanos.
La jefa del Servicio de Nefrología del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI, Alejandra Aguilar Kitsu, destacó que además de trasplantes, en el Seguro Social se realiza el diagnóstico oportuno y tratamiento de enfermedades renales que permite prevenir el daño renal o retrasar su avance, con medicamentos especializados, diálisis peritoneal y hemodiálisis.
Señaló que en esta unidad médica, que da cobertura a derechohabientes en el sur de la Ciudad de México y de los estados de Querétaro, Morelos, Guerrero y Chiapas, anualmente se atiende alrededor de cien niños en los programas de diálisis peritoneal y hemodiálisis.
Indicó que un alto porcentaje de los menores requieren de terapia dialítica mientras esperan el trasplante de riñón. En los niños se prefiere la diálisis peritoneal por ser una terapia que se lleva a cabo en casa y le permite continuar con sus actividades habituales como las escolares y esto contribuye a mejorar su calidad de vida.
Cuando la diálisis peritoneal está contraindicada o ya no es funcional, los niños entran a programa de hemodiálisis, a través de una máquina que elimina las sustancias de desecho que el riñón enfermo es incapaz de eliminar del cuerpo.
Informó que por cada 100 personas que padecen insuficiencia renal crónica y que ameritan diálisis, al menos cinco son menores de edad y se estima que, en la población general, una de cada diez personas en el mundo sufre daño permanente en el riñón. Las causas principales son la diabetes y la hipertensión arterial, ambos padecimientos asociados a los altos índices de sobrepeso y obesidad.
A recién nacidos y bebés que sufren de fiebre constante, dijo, se les realizan estudios de laboratorio para diagnosticar infección en vías urinarias. En los menores de dos años de edad con infecciones urinarias, además de tratamiento, en el IMSS se les realizan pruebas para buscar malformaciones urinarias, pues de ser corregidas de manera oportuna se evita el desarrollo de enfermedad e insuficiencia renal.
La especialista recomendó a los padres evitar que sus hijos se deshidraten y no autorecetar, ya que algunos fármacos para tratar la fiebre, como el ácido acetilsalicílico y otros antiinflamatorios, pueden provocar mayor daño en quienes ya tienen problemas en el riñón, por lo que sólo deben ser prescritos por doctores que conozcan el historial médico del menor.