Reclaman a SEG por no intervenir en conflicto entre director y maestros

CHILPANCINGO, Gro., 12 de abril de 2018.- Maestros y padres de familia de la secundaria Otilio Montaño, del municipio de Copala, acusaron a la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) de no intervenir en el conflicto interno de esa institución, en la que piden la destitución del director Alberto Castellano Meza.

En conferencia en Chilpancingo, docentes de esa escuela, acompañados por integrantes de la Comisión Política de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), acusaron al director Alberto Castellano de falsificar firmas para beneficiar a sus familiares con plazas, de ser responsable de la desaparición de equipos de cómputo y de promover la venta de alimentos al interior del plantel.

El padre de familia Danilo García Pérez indicó que la SEG tiene conocimiento del caso desde septiembre del 2017, cuando un grupo de maestros denunció las malas prácticas del director, además de que en febrero de este año padres bloquearon la carretera federal Copala-Ometepec en dos ocasiones y se lograron minutas de acuerdo con las autoridades.

No obstante, denunció que “las minutas no han servido de nada porque se vienen dando enfrentamientos verbales y ayer se suscitó un conato a golpes porque maestros que apoyan al director Alberto Castellano se empeñan a que sigua acudiendo a la escuela pese a que hay un grupo inconforme y una minuta que establece la revisión de ese maestro”.

La docente Alejandra López Rodríguez señaló que el conflicto con el director inició en septiembre del año pasado, cuando detectaron un desfalco por más de 100 mil pesos en la cooperativa de la escuela y se percataron que el director falsificó firmas de otros profesores para comprobar el recurso. Además acusó que Castellano Meza ponía a los maestros a vender alimentos y dejar a un lados las clases.

Agregó que 22 maestros, de los 54 de la secundaria, apoyan al director y tras las denuncias dejaron de dar clases, lo que afecta a más de 500 alumnos.

Los padres de familia inconformes demandaron atención al tema y que las autoridades educativas den una solución porque temen que el problema pase a mayores entre los profesores.