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CHILPANCINGO, Gro., 4 de noviembre de 2017.- Organizaciones sociales conmemoraron el octavo aniversario luctuoso de Omar Guerrero Solís, quien fuera conocido como el “comandante Ramiro” del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), grupo guerrillero que hizo su aparición en los años 90, tras la masacre de El Charco, en Ayutla, en junio de 1998, en la que murieron 11 presuntos integrantes de la guerrilla.
Integrantes del Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco) convocaron y encabezaron la ceremonia en la tumba del ex guerrillero, ubicada en el panteón de la colonia Lázaro Cárdenas, al norte de Chilpancingo.
Los dirigentes del Tadeco, entre ellos Javier Monroy Hernández, rindieron homenaje a quien reconocieron de ser capaz de ofrendar su vida en la defensa de sus ideales.
“El comandante Ramiro, con escasos estudios académicos, transmitió a nuestro pueblo, mejores y mayores enseñanzas que los políticos tan alejados de una realidad popular”, expresó Monroy Hernández, quien sostuvo que el asesinato de Guerrero Solís fue cometido por paramilitares financiados por el ex alcalde de Petatlán, Rogaciano Alba Álvarez.
“A ocho años seguimos reafirmando que el asesinato de Ramiro fue por los grupos de poder económico y político, y que ahora a través de los cárteles del narco mantienen a nuestro pueblo sometido, atemorizado y sumido en la pobreza”, se leyó ante la tumba del luchador social.
Miembros de las organizaciones que acudieron al homenaje aclararon que no promueven la lucha armada, pero apuntaron que, al igual que Omar Guerrero, están en contra del despojo, la explotación, la represión y el desprecio de los políticos hacia las clases pobres.
Durante el acto colocó una ofrenda floral en la tumba, incienso de copal y una fotografía de Ramiro, cuyo cuerpo fue sepultado el 25 de noviembre del 2009, luego de que organizaciones sociales recogieron los restos en el Servicio Médico Forense donde permanecía desde el 23 de noviembre de ese año.
Días antes, a través de un comunicado, el grupo armado reconoció que Ramiro fue asesinado el 4 de noviembre del 2009, de cuatro impactos de rifle AK-47. Tenía 33 años.
De acuerdo con publicaciones de la prensa, el comandante Ramiro vivió en la clandestinidad en las comunidades de la Sierra Madre del Sur entre los años 90. El Estado lo identificaba como Omar Guerrero Solís o Ramiro Salgado López, pero hasta la fecha se desconoce su verdadera identidad.
Desde los 14 años se integró al Partido Obrero Clandestino Unión del Pueblo o Partido de los Pobres, luego al Ejército Popular Revolucionario (EPR) y posteriormente optó por llamarlo Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente.