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CIUDAD DE MÉXICO, 20 de diciembre de 2018.- La reforma en Salud en el país no funcionó porque las desigualdades continúan y enfermedades como la diabetes e hipertensión impactan en mayor proporción a los mexicanos en lugares con más pobreza, de acuerdo con Jesús Santiago Reza Casahonda, coordinador de Vinculación y Desarrollo Académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Optimizar la Reforma de Salud; generar un sistema único, universal y gratuito; enfrentar la epidemia de obesidad y sus consecuencias; crear una perspectiva de género en los servicios y mejorar las condiciones de contratación de los médicos, son retos que enfrenta el nuevo gobierno, indicó el experto.
En un comunicado de la máxima casa de estudios del país, se indicó que “lo único que logró fue ‘tercerizar’ los servicios”, es decir, contratar a empresas privadas para realizar diálisis a pacientes con insuficiencia renal y estudios de laboratorio, entre otros.
Además, “desmanteló los servicios en todas sus dimensiones y otorgó poco crecimiento al primer nivel de atención, aunque las enfermedades que afectan a los mexicanos, como la diabetes, siguen vigentes y podrían ser atendidas en ese nivel”.
En cuanto a la generación de un sistema único y gratuito, Reza Casahonda explicó que “tendría que haber una transformación del reconocimiento a la salud como un derecho humano, que son universales e inalienables, y que por definición el garante es el Estado. La gratuidad y la universalidad son exigibles”, resaltó.
La reforma en Salud destruyó poco a poco lo que se tenía ganado en este sistema, ya fuera en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) o incluso en la Secretaría de Salud.
En este caso, “el seguro popular demostró ser un fracaso. Si alguien enferma de algo grave no incluido en el catálogo, no acude a este servicio y se genera el gasto de bolsillo catastrófico que se pretendía resolver”.
De igual manera, debe existir un crecimiento en la infraestructura, con mejor equipamiento que ponderé la atención altamente resolutiva.
Sobre la prevención de la obesidad y sus consecuencias, queda claro que las campañas de “come bien” y “haz ejercicio” no funcionaron, porque este problema prevalece en la mayoría de los mexicanos.
Para el académico, sería mejor crear ambientes habilitantes o comedores saludables en todas las dependencias de gobierno. “La gente no cuenta con lugares en donde comer sano y termina consumiendo alimentos altos en grasas”.
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