Propuestas y soluciones
Tomando como punto de partida fechas conmemorativas (Día del Niño y la Niña, Reyes Magos y la Navidad) y épocas en las que es muy común ver la explotación comercial de juguetes de toda clase incluyendo los juguetes bélicos –rifles, tanques, equipo táctico, granadas, pistolas, espadas, lanzas, videojuegos violentos, luchadores, etc.–, hagamos unas reflexiones.
Existen diversas investigaciones que enuncian la relación de los juegos y el desarrollo del niño o niña. En este sentido, vale la pena preguntarnos: ¿Qué valores queremos infundirle a las niñas y niños, sean nuestros hijos/as, nietas/os, sobrinos/os, hermanitos/as, cuando le regalamos un juguete? Si regalo un juguete bélico, ¿estoy contribuyendo a un mundo de paz o de violencia? Los juguetes que decidas darle, serán sus compañeros de sueños y aventuras durante muchas horas. Entonces, ¿con qué quieres que sueñen?
Según el libro El juego infantil y su metodología, escrito por Alfonso García y Josué Llull, ningún profesional educativo defiende que el juego bélico sea, en absoluto, adecuado para los niños menores de 8 años. De esta manera, se considera importante no generar en menores de edad la necesidad de imitar situaciones violentas; sin embargo, como podemos notar, la realidad social y familiar, los videojuegos, los programas de televisión e incluso algunas series de dibujos animados, ofrecen constantes modelos de referencia basados en conductas violentas. En este sentido, el autor sugiere que las personas adultas a cargo tengan un control y limiten este tipo de conductas y modelos, a las y los menores de edad.
El mismo material explica que profesionales de la psicología siguen debatiendo sobre las conductas que puedan heredar los niños conforme a los materiales que imiten armas o involucren cualquier tipo de violencia. De cualquier modo, recomiendan dar mayor énfasis a juguetes que promuevan la comunicación y favorezcan habilidades manuales, coordinación y atención.
Por otra parte, en el libro Juguetes para niños, criterios para adultos, de la Fundación Crecer Jugando, el punto de vista es algo diferente en dónde las y los profesionales de la pedagogía y la psicología recomiendan no dárselos, aun cuando los pidan, porque consideran que esto convierte a los padres y madres en cómplices de la violencia.
Actualmente, muchos coinciden en que prohibírselos tampoco es conveniente, porque significaría darle demasiada importancia a algo que no puede tenerla realmente. Lo fundamental no es que los niños y niñas tengan o no una pistola o una espada de juguete sino que las personas adultas responsables de su cuidado y educación, a través del ejemplo, les hagan ver que la violencia y la guerra son rechazables.
María Angélica Silva, asesora pedagógica del Centro para el Desarrollo de la Inteligencia, para el diario ABC expone: “Si en la primera etapa de su infancia le estamos dando materiales como los juguetes bélicos, estamos dándole algo que no conocen, es algo que no tienen sentido, en la vida en general no construye, no se utiliza en el día a día, por muchas cosas”.
No se pretende generar el dicho de que si alguien asesinó era porque jugaba en su infancia con juguetes bélicos. Lo que pretendemos decir es que los juguetes bélicos pueden crear las bases o predisponer acciones violentas en la niñez para actuar en el futuro como adulto. Por lo tanto, el juguete bélico no contribuye a lograr una educación basada en el respeto, la justicia y la paz sino a una expresión incontrolada de la violencia y competencia entre los niños y niñas.
Es claro que los juegos son claves para el crecimiento integral durante la infancia y la adolescencia en sus diversas áreas, educativa, física, emocional y social. Asimismo se va desarrollando la personalidad, comienzan a soñar cómo serán cuando sean grandes. El juego suele ser una representación lúdica del mundo externo e interno.
Entonces, si se aprende a socializar a través de objetos violentos, es posible que niñas y niños y, en particular los hombres (ya que por estereotipos de género a ellos se les regala este tipo de juguetes) aprendan a resolver sus conflictos personales de manera violenta. Así, mujeres y hombres profesionales de la educación y de la psicología somos de la opinión de que los juguetes bélicos pueden inducir a la conducta violenta de la niñez y, por lo tanto, en su futuro.
Como sabemos, existen otros tipos de juguetes que podemos regalar ayudando a estimular su creatividad y curiosidad, como rompecabezas, juegos de mesa, libros, instrumentos musicales, objetos deportivos, videojuegos sobre animales, hay también videojuegos que de manera muy entretenida enseñan matemáticas, ciencia, lectura, educación física y otros. Es mejor prevenir los patrones negativos que cambiarlos una vez adquiridos.
Algunos países latinoamericanos como en Colombia y Venezuela han mostrado una gran preocupación respecto al tema, incluso creando la llamada Ley para la Prohibición de Videojuegos y Juguetes Bélicos, en dónde se restringe la comercialización y distribución de esta clase de productos. En otros, como España o Alemania, no se permite la publicidad de estos productos.
Sin embargo, si las personas adultas no estamos conscientes de la influencia de los juegos de infantes en la vida adulta, dichas leyes terminan siendo letra muerta, quedando únicamente en el papel.
Antes de cerrar esta opinión, utilizaré la frase de una persona anónima que dice: “Lo que pongas en los primeros años de tu vida, quedará en ella hasta más allá de la muerte”.
Podemos encontrar diferentes corrientes y puntos de vista sobre casi todos los temas y, este, claro que no podría ser la excepción. Lo que se pretende con este artículo, es presentar una opinión acerca de los juguetes bélicos, mi intención no es satanizar el uso de los videojuegos violentos o juguetes bélicos, sino crear una reflexionar sobre algunas cosas que podemos hacer como adultos, pero al final somos todas las personas que debemos elegir y estoy seguro que usted, lector, lectora, sabrá cuál es la mejor decisión.
La invitación queda: tómese unos segundos de reflexión antes de comprar cada regalo para sus niñas y niños. Esto podría ser un sensato ejercicio.
¡Atrévete a sorprender a tus hijos con un regalo que les divierta y del que aprendan mucho!
*El autor es lector de Quadratín Guerrero, egresado de la Licenciatura en Psicología de la Universidad Autónoma de Guerrero, diplomante en tanatología e intervención en crisis y miembro de la Asociación de Psicología del Estado de Guerrero AC.