
Moviliza a bomberos incendio forestal en Taxco
ACAPULCO, Gro., 26 de septiembre de 2019.- Integrantes de la asociación Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos reprocharon la apatía de la sociedad y la falta de sensibilidad de los Ministerios Públicos (MP) ante la desaparición y la afectación al círculo familiar más cercano de alguien ausente.
Esta tarde, se desarrolló el conversatorio Prevención de desaparición de personas en la Universidad Loyola del Pacífico, donde alumnos y docentes escucharon el testimonio de cuatro personas que han buscado o siguen buscando a su familiar.
La integrante del colectivo, Elba Janet Galeana Campos reconoció que los retos a los que se enfrentan como organización son, modificar la actuación de las autoridades y la sociedad, pues los primeros no aceptan que haya desaparecidos en Acapulco y la sociedad rechaza a quienes se manifiestan por la ausencia de sus familiares.
“La sociedad actúa como si estuviéramos enfermos y la enfermedad pudiera contagiarla, porque cuando decimos que buscamos a nuestros familiares, la gente nos rechaza. En el MP ya no se debe esperar las 72 horas que antes pedían para buscar a una persona desaparecida, y no deben pedir para la gasolina, las copias o comida como lo hacían”, reclamó.
Pidió seguimiento legal a cada carpeta de investigación ante la denuncia de desaparición e indicó que cada vez hay más personas que se acercan a los colectivos para ser auxiliados, pues posteriormente en entrevista, reconoció que cuando una persona acude a las autoridades para hacer denuncia, es ignorada; en cambio, cuando forman parte de los colectivos, son atendidas de manera integral.
“Guerrero es el tercer lugar con fosas clandestinas. La situación es delicada con los jóvenes”, lamentó la activista, quien exhortó a la veintena de alumnos que escuchaban, a ser cuidadosos en su propia seguridad y estar cerca de sus padres.
Otro miembro de la misma organización, Sergio Ceballos Asencio, hizo una reseña del origen del colectivo, presentó la visión, misión y logros, entre los cuales destacó que han sido localizadas 21 personas con vida y, 55 restos han sido entregados a sus familiares en cuatro años.
Sin embargo, lamentó que tales hallazgos sean insuficientes, de ahí que la apuesta sea generar redes de aliados, concientizar y sensibilizar a funcionarios y la población, dado que “nadie está exento de ser víctima de desaparición”.
Dio cuenta de los apoyos que se brinda a los familiares de los desaparecidos, tales como asesoría jurídica y psicológica.
La señora María Judith Orozco compartió su testimonio en el cual compartió que uno de sus hijos de nombre Daniel Betanzos continúa desaparecido y otro más, fue asesinado.
“Siempre tengo la esperanza de encontrar a mi hijo, que termine la violencia y sea un Acapulco de paz”, expresó.
Por su parte, la madre de José Ismael Martínez Retana, Patricia Retana Ahuejote se levantó de la silla y pidió a los jóvenes asistentes acercarse a sus padres y tener confianza para comunicarse.
Uno de los asistentes, alumno de la Universidad, lamentó la apatía que hay entre la juventud y agradeció a quienes ofrecieron su testimonio el haberlo hecho. Confesó que si bien, él no ha tenido familiares desaparecidos, tiene amigos que no aparecen.
La profesora Mariana Navarro recriminó que Guerrero cuente con cifras de víctimas que se incrementan desde hace una década. “No es posible que la brecha de defunciones se haya abierto tanto y que sea entre la juventud. Le exijo a la Fiscalía que haga más porque no es suficiente, porque necesitamos vivir sin miedo y volver a estar seguros”, expresó.
Al conversatorio acudió el asesor en tecnología de la Fiscalía General de Guerrero, Jorge Alfredo Vázquez Way, quien presentó la aplicación promovida por la dependencia, su uso en caso de denuncias y otros servicios.