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ACAPULCO, Gro., 23 de mayo de 2019.- Y de repente, frente a la bahía, en un salón congelado artificialmente, donde el calor humano fue creando un sensible cambio climático, aparecieron esos bípedos que se creían en extinción, viejos, de apariencia cansada, los que poco a poco fueron llenando el salón con su volumen físico y su pesado pasado que aún no narra la historia oficial de los libros de texto gratuitos: nuestro mesozoico con nuestros dinosaurios en su versión nativa, tropical y tricolor. El zoo priísta guerrerense muchos años después de que se inventara el ceviche.
Héroes, antihéroes, truhanes, saltimbanquis, ingenieros electores, mapaches, salvadores de la patria, laicos confesos, nacionalistas con un pie en Estados Unidos, invasores profesionales, creadores del Acapulco suburbano, beneficiarios del dinero público, campeones de la disciplina partidaria, creadores del partido único, inventores de la dictadura perfecta, creyentes del corporativismo y los sectores del partido, corruptos, no corruptos, propietarios del discurso y la oratoria, hacedores de una cultura, la que se dice es la culpa de todos los males, pero también del desarrollismo, del milagro mexicano, del fraude y la tranza nacional.
¿Cuantos años de cárcel suma este conglomerado?, dice un fotorreportero, plagiando un viejo chiste que cuenta la gente del oficio más bello del mundo. Pero la respuesta a esta pregunta es otro interrogante ¿Y si así fuera, por qué esta gente nunca pisó la cárcel?
Literalmente, son los viejos priístas, pocos jóvenes, convocados por Efrén ‘El Güero’ Leyva Acevedo, para presentar su libro, Un hombre un camino (así sin coma u otro signo), título de esta apología escrita por el chilpancingueño, y presentada este jueves en el puerto por la senadora priísta, Beatriz Paredes Rangel y el secretario de Cultura estatal, Mauricio Leyva, sobrino del político.
Un paneo a vuelo de águila por este salón remite inexorablemente al mesozoico, una metáfora, zoológicamente, como la era de los dinosaurios que inició después de la Revolución Mexicana, sí la Tercera Transformación, y concluyó al parecer, sin vuelta al origen, el pasado julio de 2018. Sí aquí está una buena parte de lo que fue nuestra clase dirigente, que ahora son sólo como gaviotas en la bahía de Acapulco: pañuelos blancos que dicen adiós.
Noventa años de control aproximadamente del priísmo en la entidad en el que-aparecieron, muchos roedores, a los que el imaginario colectivo bautizó como ratones, tlacuaches, y que por su conducta, acciones para perpetuar la especie, fueron nombradas como operación tamal, carrusel, urna embarazada, carro completo, etcétera.
Aunque el libro de Leyva Acevedo omite capítulos de la historia local y nacional de la cual fue actor, lo cual es una asignatura pendiente, más lo dedica a reflexionar sobre la vida, la muerte, los amigos.
Un libro biográfico, dice Mauricio Leyva, que es una provocación, “que permitirá reconocernos y entender a las nuevas generaciones”. El sobrino afectivo hablando de la obra de su tío en la que él como corrector participó.
Paredes Rangel saludó a sus cuates, a sus amigas y a Orlando Arvizu…, invitado especial, un paneo sobre las bellezas de Acapulco, que pasa por el ceviche y las mojarras fritas, hoteles deslumbrantes y fortunas inexplicables… y a lo que vino, se comprometió a revivir a un muerto, la Reseña Internacional de Cine de Acapulco… y ¡Ay nanita!… que con la fuerza política de Manuel Añorve Baños y René Juárez Cisneros llevaran a buen puerto.
Con mucha simpatía y fluidez relata sus encuentros, con su pasión por la política, dice la senadora. Su experiencia en los puestos que estuvo, su presencia en el PRI, de lo cual dice la senadora fue testigo.
Soy amante de los libros, dijo esta dama de hierro enfundada en su huipil ñomndaa. Y para rematar: “No todos somos corruptos”, en referencia a ese señalamiento generalizado contra los priístas.
Él invito aquí a los suyos, a su familia, a sus amigos. Aunque Efrén, un día antes nos había dicho: “En la política los amigos son de mentiritas y los enemigos son de a de veras”, ELA dixit.
Un libro que les podrá interesar o no, pero al menos les va a divertir, concluyó el autor.
Posdata: En Casa Acapulco, la residencia oficial en Pichilingue, por la noche, se sirvió una cena para sus amigos: Héctor Astudillo, Luis Walton, Adela Román, Beatriz Paredes, Mauricio Leyva, Amelia Carolina Batani, Efrén Leyva Batani, Melisa Leyva Batani, Héctor Martínez Acevedo, Edgar Nery, Orlando Arvizu Lara, Carlos Jiménez Macías, Alfredo Femat, Mario Moreno Arcos, David Guzmán Maldonado, Heriberto Huicochea, Alicia Zamora, Verónica Muñoz , Cuauhtémoc García Amor, Marcó Antonio Terán, Virginia López, Dalinda Flores, Mario Hallat, Paty Hallat, Juan José Castro y Mario Aponte.