Corrupción neoliberal
Por fin, por fin, por fin
Por fin el pueblo del México post revolucionario puede decirse sin mentir que ha sido El Gran Elector de su presidente. Lo aceptan así hasta los empresarios más reacios a cualquier planteamiento de izquierda, hasta los ínfimos e infinitos millones de pobres a los que apenas hoy, hoy, hoy la revolución quiere por fin hacerles justicia.
Más de treinta millones de ciudadanos mexicanos compartimos la misma esperanza de mejorar esta patria traicionada, robada, vendida burlada, empobrecida cuando no saqueada, por sus políticos neoliberales encabezados por Salinas, expulsado prácticamente cuando terminó su espurio sexenio en 1994 tras los magnicidios de dos de sus amigos, Colosio en marzo y Ruiz Massieu en septiembre. Uno fue su “siempre no” heredero y el otro su cuñado. Pero se rehízo a la cálida sombra de los presidentes panistas, Fox y Calderón, de ese PRIAN que fabricó con su amigo de la infancia al que le decían “la ardilla de Los Pinos”, el panista Diego Fernández Cevallos, que ya ni ardilla podrá ser pero que es sumamente rico.
El sucesor directo, Ernesto Zedillo fue otro presidente impuesto, pero no por Salinas al que le mandó a prisión al Hermano Raúl, hoy totalmente bañado e inmaculado por inmundos jueces. Lo impuso el nunca bien investigado francés Córdova Montoya, que fuera precisamente la “Eminencia Gris”, de Salinas. ¿Y dónde se fue a refugiar Zedillo? Obviamente a USA, una vez que le regaló a ese país lo que quedaba de los ferrocarriles de México. Misterios de la historia y de la histeria.
Ningún presidente previo a AMLO ni siquiera algunos buenos que tuvo el país, ha podido decir sin sonrojo “Me eligió el pueblo” y con absoluta veracidad asentar que ganó la elección, dadas las miles de trampas bastante conocidas cuando no evidentes.
Pero por fin el pueblo ganó. López Obrador es formalmente auténtico presidente de México, gracias a 30 millones de mexicanos que en un inmenso y entusiasta rebumbio de personas de las muchas extracciones, niveles sociales y económicos, diversos colores (dentro y fuera), con hambre o con hastío, compartimos largamente el sueño de una elección verdadera y ¡Por fin la tuvimos!
La democracia en México fue simplemente un cuento chino por más que haya exaltado al máximo Janine Madeleine Otálora Malasia, quien presidió el pasado 8 de agosto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Lo maravillosas que son nuestras instituciones. Habló bien y con gran control de sí misma, aunque no escapó tampoco a la desagradable repetición foxista de “los y las”, que la Academia de la Lengua se ha cansado en denostar.
QUE RECOJAN A SUS MUERTOS Y SE VAYAN
Ya es hora de ver las cosas enfrente. Esta elección con sus asegunes fue la primera verdaderamente democrática que hemos vivido. Hay que recordar que en 2006 ese mismo Tribunal acogió al espurio Felipe Calderón, que se puso a las órdenes directas de George Bush, hijo, así como su jefe Salinas lo estuvo o está, porque aún vive en el momento de escribir estas líneas, a las de su padre. El resultado de esa decisión fue entre otras ¡200 mil desaparecidos y mucha riqueza mexicana en manos de su familia política Mouriño, la española, y Gómez del Campo, la mexicana. Por cierto ¿estará loca? Margarita Zavala de Calderón quiere hacer su partido propio. Sin duda está impulsada por todos sus parientes de sus mismos apellidos del PRIAN que instaló en sendos puestos de gobierno. ¿le seguiremos dando dinerales a esta gente, mexicanos? Y es que Calderón que le regaló al final en Los Cabos al Fondo Monetario Internacional 10 mil millones de dólares de las reservas de México, no obtuvo nunca el puesto internacional que creía haber comprado no solo con ese dineral de LOS MEXICANOS, sino con los miles de cadáveres, entre los que hubo muchos migrantes, del país comentario para sufragar la “Guerra Gringa”.
Por su parte el PRI quiere cambiar de nombre porque la votación del pasado 1º de julio de fue la más baja de su historia: 61% menor a la de 2012, lo que resulta elocuente. Pésima administración la de Peña Nieto, cuya esposa vacaciona hoy en París. Pero para hablar del PRI no hay especio, pero tengo 10 libros sobre su desempeño casi secular.
PERO NO ESTAMOS DE ACUERDO
Olvido no, perdón sí, repite AMLO. ¿Impunidad? Dijo también algo más sano: Las escaleras se barren de arriba para abajo. Había que llegar y ser prudente… pero ya que termine de subir la escalera, que se ponga a barrer en serio y que exija que NOS devuelvan lo que NOS han robado desde el Poder. POR FIN.