Satiricosas/Manú Dornbierer

“Haiga sido como haiga sido”, Felipe Calderón Hinojosa

No se necesita mucho cavilar para entender que en 2006 Felipe Calderón fue designado presidente espurio de “la dictadura perfecta”, por asustadizos mexicanos ricos, alineados a Carlos Salinas de Gortari. Tan fue falsa la elección, que la revista la revista “Proceso” publicó el 30 de octubre de 2008: 
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) violó en 2006 la ley electoral, al emprender una campaña en contra del entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador en beneficio del ahora titular del Ejecutivo, Felipe Calderón. Por unanimidad de votos, los siete magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJ) así lo establecieron en una resolución que representó un revés al Instituto Federal Electoral (IFE). Esa resolución fue impugnada por el PRD. El Tribunal Electoral no sólo le dio la razón, sino que le ordenó al IFE multar al PAN y a la entonces Alianza por México –formada por el Revolucionario Institucional y el PVEM–, pues ambos se beneficiaron de la campaña negativa de la cúpula empresarial en contra de quien fuera candidato de la coalición Por el Bien de Todos. Se trata Con el aval de PAN, PRI y el Partido Verde Ecologista, el del segundo fallo judicial CCE, Consejo Coordinador Empresarial. (Proceso) . 
El panista Calderón fue el más cercano de los títeres de Salinas y trataría de hacerle olvidar sus vicisitudes cuando dejó de ser presidente, tan espurio el uno como el otro, por cierto, y tuvo que huir ante el enojo del nuevo presidente Zedillo y de todo México. En cambio, Calderón hasta lo invitaría a Palacio en las fiestas y se retrataría con él abrazado como si no hubiera pasado nada. 
Se trataba _una vez librados de Fox y su ambiciosa e ignorante mujer Marta Sahagún que quería ser la heredera de la presidencia _, de echar a andar el plan del amigo petrolero y patrón, George Herbert Walker Bush ( Massachusetts; 12 de junio de 1924-Houston, Texas; 30 de noviembre de 2018), 41º presidente de Estados Unidos entre 1989 y 1993 y previamente 43º vicepresidente de su país 1981-1989, congresista, embajador, y sobre todo director de la Agencia Central de Inteligencia, la CIA, además de petrolero ávido del petróleo de México. Pero no se pudo reelegir. En cambio, le gustaban las guerras y el dineral que producen. Inició con la invasión de Panamá y siguió con la primera guerra del Golfo en pos del petróleo de Iraq. Se dijo de él que “redefinió el intervencionismo estadunidense”. 
Lo quería tanto Salinas que le construyó en su rancho de Agualeguas en Nuevo León una pista de aterrizaje para su gran Boeing particular. Y además decidió hacerle caso y establecer en Deer Park, Texas una agencia de Pemex (Pemex International) para que allá se refinara el crudo de México y nos lo revendieran como gasolina. Lo estamos aún pagando. Fue gracias a este amigo suyo, por lo que México se dejó llevar dócilmente al Neoliberalismo.

Como le habían robado la presidencia a Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, le robaron la presidencia a AMLO el 2 de julio de 2006. “Perdió” por una diferencia de votos de 0.56%. ¿Y querían que se quedara callado? Pero ahora que ga-na-mos el 1º de julio de 2018 sus millones de partidarios fue un gusto leer la elegante frase del cuñado de Calderón y marido de María, la heredera de la revista “Proceso” que fundó su gran padre Julio Scherer: “Esto ya valió madres, no solo el arroz ya está cocido sino también los bisteces”, dijo el fino Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo. 
En 2006 Andrés Manuel López Obrador candidato de la izquierda, que ya había gobernado con eficacia como Jefe de Gobierno la ciudad de México – del 5 de diciembre de 2000 al 29 de julio de 2005- “no debía llegar a la presidencia”. Era un “peligro para México” decía insistente propaganda pagada por el gobierno a un español que después “rajó”. Había que detenerlo fuese como fuese. Y se hizo. El panista Calderón se prestó de mil amores tras haber demostrado en menores puestos anteriores su total falta de compromiso con México e inmoralidad Y veríamos lo poco que le importó una guerra comandada que produjo “Más de 121 mil muertos, el saldo de la narcoguerra, en opinión del citado “Proceso”.

INEFABLE FAMILIA

El fraude de 2006 fue preparado por la familia de la mujer de Calderón, de apellidos Zavala Gómez del Campo. ¿O qué, desmemoriados mexicanos, no se acuerdan de los hermanitos de Margarita, a la que yo llamo Margarita ABC por haber sido la que propició con sus infinitas parientas una de las tragedias más espantosas de México, la muerte de 49 bebés quemados vivos encargados a una guardería del Seguro Social que regenteaba la parte femenina de la familia?
Pero hablábamos del problema electoral ¿Les es familiar el nombre del hacker Diego Hildebrando Zavala Gómez del Campo? Él fue el que organizó el mega fraude de 2006 en beneficio de su cuñado Calderón. Y ¿dónde está? ¿Cuál nepotismo? 
Busquen, lectores, verdaderamente interesados en la Historia i reciente de México, el documental “AMLO”, del cineasta Luis Mandoki. Mientras yo sigo escribiendo el libro “México Neoliberal, Salinas y sus Títeres”, del que he tomado para hoy estás notas debido a la aceptación del hoy presidente en la Mañanera de lo que le hicieron y NOS hicieron en 2006. Aquí una notita para la que hay aún espacio: César Camacho, del PRI, asegura que la riqueza de los Calderón-Zavala aumentó durante el sexenio del Felipe Calderón, de 7.4 millones de pesos a 17.8 millones de pesos. Yo creo que más porque le precio del petróleo aumentó mucho durante los dos sexenios panistas y no se supo dónde quedó LA BOLOTA. 

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