Foro político
En recuerdo del ex gobernador de Guerrero, Francisco Ruiz Massieu, culto desarrollador de su puerto de origen, creador de la primera universidad local, entre otros aciertos como promotor de Turismo. Fue asesinado un día como hoy de 1994 en Ciudad de México, siendo presidente del PRI, y Carlos Salinas de Gortari, presidente espurio del país.
A Miguel Torruco Marqués, secretario de Turismo nacional.
Señor secretario:
Fue bueno verlo en Acapulco para dar la bienvenida a la creación de una Escuela Nacional de Turismo, que inconcebiblemente no existía. En sus libros demuestra usted con lógica y visión que el turismo, si no el único camino para levantar un país (aunque el caso de España después del franquismo lo desdice), sí es una de las más importantes opciones de México para recuperarse del Neoliberalismo que lo dejó hecho trizas. Muy especialmente, en el caso de Acapulco “recuperar” es la palabra. Requiere de nuevo una amplia fuente de buenos empleos que sacaría al puerto de la crisis en la que le sumieron las circunstancias nefastas de las últimas décadas. Pero no le hicieron perder al puerto más famoso del país el atractivo primordial que siempre tuvo. El océano Pacífico que culmina en una de las más bellas bahías del mundo no ha cambiado.
Propuestas para la salvación de un Acapulco en crisis económica y social.
1.- Un grupo de personas al que pertenezco, comparte las siguientes ideas para recuperar el Acapulco del que se han ido miles de familias, abandonado domicilio y fuentes de trabajo, básicamente por la violencia indetenible de La Maña compuesta por jóvenes a los que el anterior presidente municipal del PRD, Evodio Velázquez Aguirre, armó. Logró que su mujer obtuviera un puesto de diputada local y vive en Chilpancingo quitado de la pena. ¿Qué hacer en el caso de todos esos jóvenes que perdieron el camino de una elemental rectitud?
2.- El gobernador Zeferino Torreblanca (alcalde de Acapulco de 1999 a 2002 y gobernador de Guerrero entre 2005 y 2011) quiso borrar el Centro de Convenciones para venderlo a un grupo comercial, aliado a Marta Sahagún, la mujer del presidente, Alto Vacío, Vicente Fox (2000-2006), e instalar allí otra plazota-centro comercial, monumento del Neoliberalismo. Pero no pudo.
Acapulco tiene que volver a ser el polo de atracción que siempre fue aún con el surgimiento de muchos otros lugares nuevos.
a) Tiene que recuperar el Centro de Convenciones original, el de la Bahía. Es obvia la opinión de la gente de Acapulco con su aplauso que siempre se manifiesta cuando se toca el tema. El Centro de Convenciones de la Bahía, al que le llaman CIA (iniciales que en lo personal me repugnan y por eso no las uso) fue famoso en el mundo y en su construcción participaron artistas internacionales. Fue sede del Tianguis Turístico durante lustros, pero SU evento le fue sustraído al puerto por una empleada, vendedora de cremas al servicio del espurio presidente Felipe Calderón (2012-2016). El inmenso espacio está hoy subutilizado y solitario.
b) Afortunadamente al Centro de Convenciones de la Bahía ha vuelto, por órdenes del actual gobernador de Guerrero, la gran Orquesta Filarmónica de Acapulco, que patrocina el gobierno estatal y le ha dado a Acapulco una dimensión cultural única. Fue fundada por el gobernador Ángel Aguirre.
d) Se la habían quitado a Acapulco para llevarla al suburbio de “Diamante”, en donde hasta quería fincar el último gobierno prianista “el ayuntamiento de Acapulco”. Se trata de un tal señor Hernández, hombre de paja de su paisano de Hidalgo, Osorio Chong, último secretario de Gobernación del último gobierno priísta. Del señor Hernández se dice que vendió tantos y tantos miles de vehículos a través de su negocio Autofin, que hasta pudo construir en el Acapulco Imperial, allá por la playa antes llamada Playa Encantada (hoy llena de edificios, vacíos la mayor parte del tiempo), un teatrote, un hotel (sin playa) de 800 cuartos, y un gran centro de Convenciones moderno (de muy mal gusto) y se compró además el hotel Princess y el Pierre tras tremendo pleito con sus dueños canadienses. En suma, que con todo y carreteras y puentes pagados con presupuesto nacional, se hizo dueño del Acapulco Diamante… “Un dinero de tal tamaño” sólo puede provenir del gobierno, en el caso del último gobierno priísta. Sería cuestión de una seria investigación, señor secretario.
e) Recuperar el Centro de Convenciones es de aplaudirse, en efecto. Y también llevar a la práctica la idea que había manifestado el presidente López Obrador de transferir a Acapulco LA SECRETARÍA DE SALUD. Sería, en opinión de muchos, la única manera en el siglo 21 de darle a Acapulco la renovada posición que tuvo, pero ahora no sólo turística, sino la de UN HOUSTON fantástico a nivel del mar, con uno de los mejores climas del mundo, sin contaminación, cercano en el mapa. ¿Se imaginan? Los que sí se lo imaginan son Osorio y Hernández, que quieren hacer hospitalotes “suyos” en Diamante. Pero muchos otros de esos edificios vacíos de “vaya usté a saber quién” podrían servir para hospitales de esto, aquello y lo demás allá. Lo que no impediría que vinieran a disfrutar de un súper Acapulco, un Houston Mexicano Internacional, y a gozar de sus infinitas ventajas todos los que quisieran. El empleo en Acapulco surgiría como nunca Y los “niños matones” desaparecerían. ¿Sueños, señor secretario de Turismo? Quizás, pero la 4T puede convertirlos en realidad.
– MD