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ACAPULCO, Gro., 1 de septiembre de 2022.- El colapso del hospital general del ISSSTE del puerto afecta a los pacientes terminales y desgasta a sus familiares emocional y económicamente, debido a que adquieren enormes deudas para atender a los enfermos en instituciones privadas en las cuales los médicos especialistas ofrecen consultas y tratamientos que no cumple la institución federal.
La maestra jubilada Lucía Bravo Berber, enferma renal desde hace 26 años, recibe tratamiento sustituto de hemodiálisis en una clínica porque fue subrogada desde hace dos años, pero cuenta con él después de que levantó una queja ante la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG).
Bravo Berber contó que solicitó un préstamo de 100 mil pesos para pagar la colocación de un catéter en una clínica particular.
Subrayó que desde que comenzó la pandemia de Covid 19, los nefrólogos y médicos especialistas de pacientes renales dejaron de brindar atención pues diferentes áreas cerraron, no obstante que en esta ocasión debido al colapso en el sistema de aire acondicionado mantienen al número de pacientes por día sin aumentarlo.
“Cuando fue la pandemia se ampararon por los contagios, pero ahora con el problema del hospital no atienden aquí, pero sí lo hacen en sus (consultorios) privados”, reclamó.
Indicó que otro problema que se acentuó durante el mes pasado fue la falta de medicinas de alta especialidad, pues señaló que también existe robo de medicinas que luego son vendidas en consultorios particulares.
Acusó negligencia institucional porque además de la falta de medicinas y del funcionamiento parcial de los aparatos, no hay médicos de otras áreas para atender de manera integral a los pacientes terminales como tanatólogos, nutriólogos y lo que ayude a vivir el resto de sus vidas con dignidad.