Busco a mis hijos con el dolor de respirar ante su ausencia: Ceci Flores
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de junio de 2020.- “No se puede transformar una institución y atender eficazmente las responsabilidades que le competen, si no se cuenta con el apoyo necesario, tanto económico como institucional”, manifestó Mara Gómez Pérez al renunciar al cargo de titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
Sólo seis meses duró al frente de la institución creada para atender a víctimas de desaparición forzada, tortura, trata, ejecución arbitraria y otras violaciones graves a los derechos humanos, cuando fue electa por votación calificada de las dos terceras partes del Pleno del Senado de la República, entre la terna presentada por el Ejecutivo federal, el 10 de diciembre de 2019.
Empero, sentenció: “Desafortunadamente, la vocación humanista con la que fue diseñada —la CEAV— se pervirtió”.
A través de una misiva dirigida a la presidenta de la Cámara de Senadores y de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, Mónica Fernández Balboa, así como al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, manifestó que “la obligación legal de garantizar, promover, promover y proteger los derechos humanos de las víctimas de la violencia fue reemplazada por una fórmula clientelar, centrada en el reparto de recursos económicos, usando el dinero para pagar la falta de verdad y justicia”.
En un país con altos niveles de impunidad, Mara Gómez señaló que la CEAV se convirtió en un negocio para algunos abogados particulares que, indiferentes ante el dolor, se acercaron a las madres que buscaban a sus hijos desaparecidos y a otras víctimas para litigar en contra y así obtener honorarios millonarios de hasta el 60 por ciento de las compensaciones entregadas.
“Se pretendió convertir la reparación integran en sinónimo de dinero, reparto de forma discrecional, sin transparencia ni rendición de cuentas. No sorprende que en esas condiciones, también se haya querido hacer de la CEAV, patrimonio y botín de intereses políticos”, reprochó.
De acuerdo con la carta de renuncia, que surte efectos a partir de este miércoles 24, el diagnóstico puntual de las irregularidades fue reportado con oportunidad a la Junta de Gobierno y también a la Asamblea Consultiva de la CEAV y, entre otras cosas, se determinó la realización de auditorías a las gestiones anteriores.
A la fecha, se llevan a cabo 12 auditorías en la Comisión, seis concluidas con numerosas observaciones que se tienen que solventar y seis más todavía en curso.
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