
Vuelca conductor que transportaba placas en Chilpancingo
ACAPULCO, Gro., 8 de enero de 2018.- Un día después de los enfrentamientos entre personas armadas, comunitarios y policías estatales que dejaron 11 muertos en la comunidad La Concepción de Acapulco, el diario The New York Times publica un reportaje sobre cómo los pueblos de México se arman y organizan para sacar a delincuentes y autoridades de su territorio.
En Losing Faith in the State, Some Mexican Towns Quietly Break Away (Al perder la fe en el Estado, algunos pueblos mexicanos se separan silenciosamente), el periódico estadounidense narra la situación que se vive en Tancítaro, municipio de Michoacán, la cual se volvió una ciudad estado que se auto regula a través de policías comunitarios.
El pueblo aguacatero, al que describe como “una isla de seguridad y estabilidad en el periodo más violento de la historia de México”, se unió a la tendencia en el país que muestra a un puñado de localidades que han logrado la secesión completa o parcial del Estado, acto “que revela el grado en el que la policía y políticos de México son vistos como parte de la amenaza”.
Todo comenzó con la insurrección de los pobladores, quienes formaron policías comunitarias para expulsar a los criminales y a la policía local, a quien acusaban de ser cómplice. Este levantamiento fue financiado por los empresarios aguacateros, tras las continuas amenazas de extorsión contra sus familias y negocios.
Tras la revuelta comenzaron las golpizas públicas y la expulsión de jóvenes sospechosos de trabajar para el narco. A algunos de menor rango se les permitió quedarse, pero fueron asesinados por el mismo cártel.
Casi cuatro años después, e incluso luego de que otros pueblos gobernados por autodefensas colapsaran por la violencia, Tancítaro se mantiene seguro y organizado, pero bajo un sistema que se parece al de un cártel, en el que los comunitarios se encargan de la seguridad y la impartición de justicia, y le reportan a los empresarios agricultores.
De acuerdo con The New York Times, el gobierno se ha negado a retomar el control en Tancítaro por miedo de atraer atención al modelo de secesión que logró estabilidad y seguridad.
La nota en inglés aquí.