Impulsa Gobierno de Guerrero programas para fortalecer la seguridad
ACAPULCO, Gro., 9 de abril de 2020.- Sin feligreses ni el tradicional lavatorio de pies, el arzobispo de este puerto, Leopoldo González González celebró la misa este Jueves Santo, día en que se conmemora la última cena que Jesús tuvo con sus discípulos.
La eucaristía se llevó a cabo a las 7 de la noche en la Catedral Nuestra Señora de la Soledad, la cual estuvo cerrada al público debido a la contingencia por el Covid 19, sin embargo fue transmitida por Facebook a través de la página oficial de la Arquidiócesis de Acapulco.
Durante su sermón, el arzobispo dijo que Jesús mira el dolor de muchos de los católicos que no pueden participar en las misas con presencia física como lo hacían cada año, sin embargo, indicó: “Estén seguros que el Señor recibe su amor”.
Ante la recomendación de quedarse en casa para evitar más contagios de Covid 19, Leopoldo González planteó establecer programas de actividades que incluyan las horas de comer, de trabajo, ejercicio, lectura, oración y de dormir.
Además de un plan para saber cómo cuidar en casa a alguien de la familia, en caso de que se enferme no gravemente del coronavirus.
Al concluir la misa, Leopoldo González cambió el sentido del acto de entrega de ofrendas que tradicionalmente se dan, y pidió a los feligreses sacar un resentimiento que tuvieran guardado en el corazón.
“Es momento de sacarlo y ponerlo en la ofrenda, en la charola, como si ya se hubiera ido. ‘Señor me dolió mucho esto y sé que me hace mal’, y lo echemos en la charola”, expresó.
Sobre el Viernes Santo, dijo que el Viacrucis debe unir a las personas, pero ahora por la contingencia de una manera diferente: siendo solidarios y ayudando a una familia a llevar la Cruz, en referencia a que se ayude a quienes menos tienen.