Firman la Uagro y el IMSS convenio para prácticas clínicas de estudiantes
CHILPANCINGO, Gro., 17 de diciembre de 2021.- Casi dos años han pasado desde que más de 300 personas abandonaron cerca de una decena de comunidades por el asecho de grupos delincuenciales en Coyuca de Catalán y hasta ahora no tienen fecha de regreso.
Un grupo de habitantes y periodistas intentaron regresar a comunidades como La Palma, La Cañada, La Fragua, Casas Viejas y Las Vaquitas, las cuales desde hace dos años se han convertido en auténticos pueblos fantasma en la región Tierra Caliente del estado.
El objetivo era documentar las condiciones en que se encuentran. Sin embargo, la situación de inseguridad y de los caminos no lo permitieron.
De acuerdo con las versiones de los pobladores, el 26 enero de 2019 más de 100 hombres armados rodearon el pueblo y a punto de balazos y después de dos días, lograron evacuar Zihuaquio.
Del total de desplazados, aproximadamente 100 son niños, quienes junto a sus familias, se encuentran refugiados en el poblado Vallecitos de Zaragoza, en Zihuatanejo, a dos horas y media de su comunidad.
Las personas abandonaron sus viviendas cargando sólo lo indispensable. Después, varias de las casas fueron saqueadas y en su mayoría incendiadas.
Lo mismo pasó con unas 20 fábricas de mezcal, donde la producción de esta bebida, era una de las principales fuente de ingresos de la comunidad.
A diferencia de otros pueblos ubicados en la Sierra, sus habitantes no veían como rentable la producción de goma de opio, sino que apostaban al mezcal como una fuente de ingresar dinero de demanda legal y en un negocio familiar.
Según estimaciones, se dejaron de producir más de 20 mil litros de mezcal desde que abandonaron Zihuaquio.
Otra de las pérdidas, fue que en un aproximado, los pobladores dejaron atrás más de mil 700 cabezas de ganado. En palabras de los afectados, se quedaron sin nada.
Edith, una madre de familia, quien también es víctima de desplazamiento forzado, señaló que teme mandar a sus hijos a la escuela, incluso aunque estén lejos del grupo que los ahuyentó de su hogar.
Las más de 60 familias desplazadas solamente eran apoyadas por el gobierno federal con despensas, las cuales dejaron de recibir desde hace dos meses.
Entre las principales demandas que hacen a las autoridades, es que les reactiven los apoyos sociales, que les brinden seguridad y que se busque un plan para hacerlos retornar a sus comunidades.
Otro de los reclamos es que, hasta el momento el gobierno de Evelyn Salgado no ha iniciado ninguna acción para atender el problema de desplazamiento, aún cuando tiene conocimiento del tema.