Rehabilitan ductos de agua para reactivar suministro en Igualapa
ZIHUATANEJO, Gro., 31 de diciembre de 2022.- La elaboración, venta y consumo de los tamales nejos, es tradicional en los municipios de la región de la Costa Grande y es en fechas como el Día de Muertos, Navidad y fin de año cuando más se consumen.
Uno de los comerciantes de este alimento se ubica al interior del mercado municipal de Zihuatanejo, se trata del señor, Catarino Gómez Rodríguez de 45 años, originario de San Jeronimito en el municipio de Petatlán, quien en entrevista comentó que sus padres: Hermelinda Rivera Rodríguez y su papá, Manuel Gómez Cedrero fueron quienes comenzaron a vender los tamales nejos cuando menos hace unos 30 o 40 años en el vecino municipio de Petatlán y posteriormente lo hicieron en Zihuatanejo.
El señor Catarino relató que desde que era un niño recuerda que le ayudaba a sus padres a vender los tamales nejos, “nos veníamos ranchando, caminando desde Agua de Correa hasta la colonia El Limón hasta acabar todos los tamales”, compartió.
Para la elaboración de los tamales nejos, el entrevistado comentó que se debe hace a base de ceniza de hueso de coco, porque se hace de leña luego el tamal no se despega de la hoja de plátano, por lo que se prepara la masa a base de maíz y se envuelve en las hojas para ponerse a cocer por unas cuatro horas en una tina con fuego a base de leña “todo tiene su chiste, porque si se acomodan mal los tamales, pueden no cocerse bien y entonces hay que sacarlos, cambiarlos de tina acomodarlos correctamente”.
Al tamal nejo los zancas gustan de acompañarlo principalmente con mole rojo o verde.
Agregó que la elaboración de este tipo de alimentos, tradicionales en esta región de la Costa Grande, forma parte de la cultura gastronómica y es algo que se debe preservar, aseverando que aunque en el caso de la venta en el mercado ya existen clientes cautivos que gustan de los tamales nejos, son los Días de Muertos, Navidad y Año Nuevo cuando la gente los busca más.
Finalmente, dijo que son tres generaciones ya las que se dedican al oficio de la elaboración y venta de los tamales nejos, “es ya una tradición para nosotros en la familia, “es un modo de vida, tenemos un alimento que la gente de Zihuatanejo le gusta y los vamos a preservar”, concluyó.