Teléfono rojo
Créame, no es especulación.
En los altos niveles de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) corre la versión sobre la imposición de un sucesor -o sucesora- del doctor Enrique Graue.
Y el nombre más recurrente es la jefa de Gobierno de la Ciudad de México por su currículum como científica universitaria y por su enorme cercanía con Andrés Manuel López Obrador.
Sería la persona idónea para someter una institución educativa, la máxima universidad del país, non grata al presidente e incómoda como en su momento fueron otras instituciones.
Abundan los ejemplos de esos adversarios, pero hablemos de dos: la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a donde envió a su promotora Rosario Piedra Ibarra, y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), de Blanca Lilia Ibarra.
–Claudia Sheinbaum es mejor que John Ackerman, la otra opción-me dijo ayer un alto funcionario del gobierno.
-¿De verdad?
-Bueno, hay efervescencia.
NUEVA LEY ORGÁNICA
Habría cambio de reglas.
Para muchos, sobre todo afines del gobierno, Claudia Sheinbaum es la favorita para candidata a la Presidencia de la República para el 2024.
Su salida dejaría libre el camino a Adán Augusto López, el secretario de Gobernación con funciones de vicepresidente y en algunos casos, en ausencia de Andrés Manuel López Obrador, de presidente.
En este juego de nombres no aparecen las otras dos corcholatas, el canciller Marcelo Ebrard y el jefe del control político del Senado de la República, Ricardo Monreal.
Pero aparte, aquí lo adelantamos ahora, se intensificará una sucia campaña en contra del rector Enrique Graue, a quien se identificará como priísta con sus mañas corruptas, por supuesto mal uso de recursos y de gran parte de su equipo durante ocho años.
¿Todo para qué?
Para crear percepción y modificar la Ley Orgánica de la UNAM y promover la elección del nuevo rector con voto directo de una comunidad superior a 350 mil académicos y estudiantes de la institución.
Ya está el pulso.
Falta ver si realmente Palacio Nacional opta por Claudia Sheinbaum porque tiene de aquí al 1 de septiembre, cuando iniciará el próximo período ordinario de sesiones, para proceder.
Y a noviembre para imponer.
NUEVA LEY ORGÁNICA
Aquí lo adelantamos el lunes 24 de abril.
Venía la revisión de tiempos sobre el manejo de las corcholatas y la pretensión de adelantar tiempos para ocupar todos los espacios mediáticos.
Pues bien, el presidente confirmó a los aspirantes y a los senadores oficialistas en la reunión de la semana pasada con el mismo método, la consulta.
Será en julio y no en septiembre u octubre próximos para tener candidato en noviembre, ordenó el viernes de la semana pasada delante de los interesados.
Mario Delgado, el empleado puesto al frente de Morena, deberá acatar y las cuatro corcholatas –Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, en ese orden- aceptar las condiciones.
Es decir, la famosa encuesta -dedo presidencial- será en julio y en agosto o a más tardar en septiembre Delgado anunciará el parto de los montes… como en los viejos tiempos.
Sí, los viejos tiempos del priísmo de Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas… y ¿para qué seguir?