Teléfono rojo
El lunes hablábamos de la seguridad presidencial.
El entorno familiar y gubernamental de Andrés Manuel López Obrador, decíamos, está alarmado y le suplica rodearse de un equipo más “confiable, numeroso y profesional”.
La insistencia de los suyos y cómo se le acercan ciudadanos inclusive disfrazados de periodistas, lo ha obligado a rectificar y estudiar cómo evitar potenciales riesgos.
Las primeras víctimas, como sucedió con Ernesto Zedillo tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio, serán los representantes de los medios de comunicación.
El camino está a la vista: Se hará una lista de reporteros acreditados y editorialistas o columnistas invitados, a quienes se les entregarán distintivos u otras identificaciones infalsificables.
Una medida necesaria pero sin duda los alejará del primer mandatario y ya no será posible entrevistarlo a mañana, tarde y noche, como ha sido costumbre durante lustros.
ÓRGANOS DISÍMBOLOS DE ESTADO
Simultáneamente, y más por coincidencia, deberán tomarse decisiones de Estado.
Por disposición oficial el lunes 1 de enero de 2019 debe estar integrado un padrón de medios impresos del país, tarea correspondiente a Presidencia de la República y a la Secretaría de Gobernación (Segob).
Ahí no hay avances.
Otro tema en estudio es cómo se manejarán los medios oficiales.
El Senado de la República, dominado por morenistas y controlado por Ricardo Monreal y Martí Batres, impidió consumar el propósito de concentrar su manejo en la dependencia de Olga Sánchez Cordero.
Fue un mal planeamiento porque origen, función y situación jurídica de cada órgano son disímbolas. Notimex, con misiones de agencia de Estado, es un ente autónomo y para someterlo a control gubernamental sería necesario instrumentar una serie de reformas legales.
Canal 22 sí es una televisora de Estado, y es la única con autonomía para allegarse publicidad para sobrevivir.
Canal 11 depende del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y por lo tanto depende de su junta de gobierno y no de una orden burocrática.
Televisión Educativa está asignada a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y su función es fundamental para llevar enseñanza a todo el país, como lo muestran las telesecundarias.
Como se ve, no todos caben en el mismo costal, como se pretendía.
ALITO Y SU DURA MISIÓN EN CONAGO
No por coincidencia con el inicio de la nueva administración federal, Alejandro Moreno Alito fue designado presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
Es un hombre de trato terso, insistente hasta conseguir sus propósitos y duro para negociar, características básicas para equilibrar la relación de los estados con el Poder Ejecutivo.
No será fácil, pues tiene muchas tareas.
Los gobernadores ya dieron el primer paso para no padecer a los superdelegados como responsables de la seguridad pública, en demérito de las soberanías estatales.
Pero a la vez Alito debe ser líder para abrir puertas –y sobre todo voluntades- a fin de lograr mayores equilibrios en el reparto de recursos fiscales y, llegado el caso, de una convención hacendaria.
Un propósito largamente anunciado y eternamente pospuesto desde hace decenios –la última vez con Felipe Calderón- porque ha sido la manera con la cual la federación postra a gobernadores o premia lealtades.
Si lo consigue, el mandatario campechano habrá trascendido como el mejor conductor de la Conago.