Corrupción neoliberal
Me equivoqué.
Anuncié la convocatoria de gobernadores de todo signo a Palacio Nacional con el fin de hacerlos firmar su adhesión al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Los doblegarían, aseguré.
Con los de Morena no hay resistencia alguna, pues saben cuáles son las reglas del jefe y siempre deben acatarlas… y las acatan.
Los del Partido Revolucionario Institucional (PRI) no aguantaron un segundo apretón y el lunes salieron felices de la sede del Poder Ejecutivo con la promesa de firmar.
El del Movimiento Ciudadano (MC), Enrique Alfaro, cuenta solo y todavía mantiene resistencias porque no ve cómo resolver las carencias de medicinas en Jalisco bajo el nuevo esquema.
Pero los de Acción Nacional (PAN) sí se resisten.
Ellos se someterán a un acuerdo colectivo, presumiblemente a través de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), para darle vigencia en las 32 entidades federativas.
Una decisión sabia.
TODOS QUIEREN, PERO…
Pregunto sobre éste y otros temas a Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán.
-Sigues en solitario, ¿verdad? –le digo en compañía de Guadalupe Acosta Naranjo y Miguel Alonso Raya.
-Pues sí –y reflexiona mientras sostiene la cucharada de caldo de gallina-, no hay de otra.
Ha intentado crear un ala en la Conago para hacer respetar la soberanía de los estados, pero pocos muestran interés en integrar ese frente.
Plantea, como otros colegas, muchas ideas:
Un nuevo pacto federal en el que los asuntos fundamentales del país se decidan de manera coordinada entre el gobierno central y las 32 entidades.
Políticas claras en materia hacendaria, fiscal, de seguridad, educativa y ahora de salud.
Pero…
Sí hay coincidencia verbal en prácticamente todos los aspectos: Enrique Alfaro, Francisco Domínguez, Cuauhtémoc Blanco, Martín Orozco…
Mas se sienten desamparados porque las necesidades son muchas, los controles en aumento, la dosificación de recursos al alza y temen cuándo serán señalados por el índice matutino.
Viene un nuevo esfuerzo en aras de hacer del Insabi un proyecto de mayores resultados a los actuales porque, ya sabemos, la embestida es mayúscula con varios de ellos.
Si alguien puede, pregúntele a Diego Sinhue a causa del azote a su entidad por un tema de jurisdicción federal como es la delincuencia organizada. Por algo se quejó cuando le retiraron la Marina.
LA VOZ DE JOSÉ NARRO
1.- Los peñistas se resisten a salir a la palestra.
Todos se saben observados y perseguidos por el actual gobierno y simplemente esperan cuándo procederán en su contra, con razón o sin ella.
Sólo algunos dan la cara.
Sobresaliente es la lucha de Enrique de la Madrid para hablar de temas actuales y, con argumentos, cuestionar las políticas gubernamentales.
Ayer reapareció el ex secretario de Salud, José Narro Robles, a quien en Palacio Nacional acusaron de haber generado la corrupción en el sistema de salud.
Salió a cuestionar el Insabi, cuya operación a su juicio muestra desconocimiento en su diseño, ocurrencias en su operación y soberbia para no corregir fallas.
Y 2.- el lunes hablábamos aquí los incendios seguidos en cinco mercados de la Ciudad de México.
Afectaría, dijimos, la renovación de los seguros en perjuicios de decenas de miles de locatarios de varios comercios tradicionales.
Es un negocio grande: más de 450 millones de pesos en pérdidas obligan a tomar acciones de fondo al gobierno de Claudia Sheinbaum.
Ella deberá supervisar antes de saber si sus asesores Muricio Equino y Alejandro Carreón tienen autonomía y, sobre todo, favoritos para hacer una convocatoria a la medida.