Teléfono rojo/José Ureña

• El escándalo del PAN pone en riesgo la gobernabilidad senatorial
• Los azules se tribalizan por la coordinación y arriesgan el diálogo
• La desconfianza obligará a instrumentar un nuevo código de ética

Ni en el mundo de Franz Kafka hay tanto surrealismo.

Permítame datos de introducción:

La fracción del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado de la República encontró unos micrófonos con cables viejos y denunció espionaje.

El grupo de Mauricio Kuri apuntó directamente a la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Ricardo Monreal.

Así se politizó el tema.

Ayer dimos cuenta de un dato: Kuri ha anunciado que se irá de candidato a gobernador de Querétaro con la esperanza de capitalizar el trabajo del saliente Francisco Domínguez.

Atrás deja una pelea interna porque muchos quieren su posición como coordinador, manejar los recursos de la  bancada y disfrutar poder.

Hay dos sobresalientes: la hidalguense Xóchitl Gálvez, la capitalina Kenia López y, si se puede, atrás están Josefina Vázquez Mota y Gustavo Madero.

O sea, es un pleito interno.

No por casualidad Xóchitl Gálvez fue quien descubrió los micrófonos y de inmediato desató esta confrontación interna.

Pero el asunto ha escalado.

HACIA UN SENADO TRIBAL

El martes Ricardo Monreal ofreció un acuerdo.

Simple: esperar el resultado de la investigación de la Fiscalía Genral de la República (FGR) de Alejandro Gertz Manero y ya.

Pero los panistas no se sintieron satisfechos y siguen en una guerra que amenaza con desestabilizar, ni más sin menos, al Senado de la República.

Es un problema mayor.

He aquí algunos datos:

Al interior del grupo panista hay una especie de rebelión donde los ambiciosos ya trabajan en busca de la posición de Kuri.

Con un elemento: no pocos de ellos han pedido internamente de plano la renuncia del queretano porque se sienten en debilidad al elegido del dirigente Marko Cortés.

Y como ya se va en busca de la ilusoria gubernatura, pues la situación se agravará y nadie tendrá control sobre los 24 senadores de Acción Nacional.

Pero, como sea, Kuri ha logrado entendimiento con las demás coordinadores: Monreal, Miguel Angel Osorio Chong, Miguel Angel Mancera, etcétera.

Ese entendimiento no se daría con guerrosos como Xóchitl Gálvez, Kenia López, Josefina Vázquez Mota y otros ambiciosos de poder e imagen.

Y es aquí donde, vaya el adelanto, está en riesgo la gobernabilidad del Senado de la República a pesar de la mayoría de Morena y Monreal.

Con otro elemento amenazante: no faltan adversarios que están recelosos del zacatecano por haberlos desplazado.

Usted sabe quiénes son.

NUEVO CÓDIGO DE ÉTICA

1.- Y como de complacer se trata, viene una revisión integral del edificio senatorial.

Todos los planos, todas las instalaciones, todos los cables serán sometidos a una revisión para saber si no hay más conflicto.

Es la decisión tomada entre todos los grupos parlamentarios y, suena bien, aceptada por los presidentes de la junta de gobierno, Ricardo Monreal y del Senado, Mónica Fernández.

Y como la suspicacia domina nuestra política, también habrá un código de ética para limpiar de todo agravio a los senadores… ¡en las redes sociales.

Eso es confianza.

Y 2.- otro dato legislativo se dio con la entrega del reporte de la fiscal Especializada en combate a la Corrupción, María de la Luz Mijangos.

Reportó 950 carpetas de investigación abiertas durante 2019 y aquí lo interesante es saber quiénes están involucrados.