Sin mucho ruido
Qué intervención tan oportuna.
Cuando en Palacio Nacional se dio la orden de desaparecer los fideicomisos con recursos públicos, hubo cifras e ideas cruzadas.
No se tenía siquiera el número exacto de ese tipo de organismos: son 384 del Poder Ejecutivo, del Poder Judicial y de órganos autónomos.
La cifra era desconocida porque, desde siempre, se cuestionaba la manera opaca con la cual eran manejados.
Había dudas desde su formación, sus fines, sus montos, su uso y su origen múltiples, pues los hay de los gobiernos federal, estatales y municipales.
Sí se tenía, interés presidencial, la cifra exacta de los recursos disponibles para absorberlos en este tiempo de tantas exigencias y programas sociales sin límite.
El monto era correcto: 740 mil 283 millones de pesos.
Pero cabe una acotación:
Corresponde exclusivamente a dependencias federales y ya trabaja el equipo de Arturo Herrera en su traspaso a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
No será tan simple.
CONTRA LA DISCRECIONALIDAD
Ojalá haya claridad en el manejo de esa fortuna.
Si una de las principales críticas a los gobiernos anteriores fue la opacidad, debe cumplirse la promesa de transparencia.
En buena hora intervino el Instituto Nacional de transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
El organismo autónomo a cargo de José Francisco Acuña ya puso lupa a este proceso y en un primer reporte da cuenta:
Además de los fideicomisos de la federación, también hay del Poder Judicial y de los órganos autónomos.
Estos últimos han forjado en años guardaditos con grandes sumas para distintos fines: 23 mil 718 millones de pesos.
Los del Poder manejado por Arturo Zaldívar, tradicionalmente de prebendas y confort,tienen una cantidad considerable: 17 mil 41 millones de pesos.
Con razón ministros, magistrados, jueces y consejeros se retiran con liquidaciones millonarias y pensiones de envidia.
A reserva de ahondar, demos la cifra global de esos fideicomisos: más de 781 mil millones de pesos listos para trasladarse a la hacienda pública.
Pero con transparencia, si vigila INAI.
LAS 3 FASES DE LAS ESCUELAS
No fue posible regularizar las clases en línea en todo el territorio nacional.
Situación lógica, pues no todos los alumnos mostraron interés, otros no tienen acceso a las nuevas tecnologías y no en todos los estados se aplicó la instrucción.
Por ello se difunde un paquete de instrucciones y en este empeño es destacable la colaboración del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y de su dirigente Alfonso Cepeda.
Además, sólo 9 de cada diez hogares tienen televisión, explicó ayer el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma.
En coordinación con las autoridades sanitarias, los picos de contagio y los algoritmos narrados por Hugo López-Gatell, sí serán posible las clases presenciales a partir del 1 de julio.
Como esto “no está escrito en piedra”, según la expresión del propio López-Gatell, se mantendrá el monitoreo para hacer ajustes sobre la marcha.
Pero el ciclo escolar no se perderá y, mala noticia para los alumnos, sí habrá exámenes aunque fáciles como lo explicó ayer Moctezuma, convertido en maestro de clases.