Teléfono rojo/José Ureña

• Las puertas de Palacio están bloqueadas y los interesados buscan gestores
• Acuden a los más influyentes ante el presidente: Monreal, Ebrard, Scherer…
• El será satisfecho por el Poder Legislativo: tendrá su reforma al presupuesto

La intención es llegar a Palacio Nacional.

Hacerse oír.

Con una desventaja: las estridencias, vía de pavimentación para el gobierno actual, no les ha dado resultados.

Ya lo sintieron los empresarios, cuyos dirigentes por distintos medios han presentado propuestas para no morir de inanición.

Nada.

En bloque actuaron también los gobernadores de Acción Nacional (PAN) y a principios de año sólo consiguieron un encuentro.

Con malos resultados pues, contra su voluntad y a desgano, debieron firmar su adhesión al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

Tampoco ha cosechado frutos el frente formado por los gobernadores de Tamaulipas (Francisco García Cabeza de Vaca), Coahuila (Miguel Riquelme), Nuevo León (Jaime Rodríguez, El Bronco) y Jalisco (Enrique Alfaro).

Uno otros y otros radicalizaron su discurso y, cuando la estridencia parecía desbordarse hacia el choque frontal o tal vez el desprendimiento, alguien impuso cordura.

HA BAJADO EL RUIDO

Hay muchos factores.

Tanto dirigentes de los organismos cúpula del sector privado como gobernadores e inclusive dirigentes de oposición, han buscado vías alternas.

Esos caminos tienen nombre:

Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores a quien los estados piden apoyos para atender mejor a su población.

Ricardo Monreal, quien ha sostenido encuentros con los diferentes factores de la producción y es ya interlocutor con el Poder Ejecutivo.

Por algo recibió al presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar, quien salió confiado en restablecer el diálogo luego de acusar:

-Nos cerraron las puertas de Palacio Nacional.

También es quien busca, en coordinación con Martín Orozco (Aguascalientes), la manera de llevar de nueva cuenta al despacho presidencial a los mandatarios panistas.

Julio Scherer Ibarra, cuyas funciones van más allá de la consejería política y está dedicado gran parte del tiempo a rehacer el tejido político.

Y Mario Delgado, cuyo papel en San Lázaro lo obligó a archivar, al menos por un tiempo, sus aspiraciones de dirigir al partido del gobierno.

Ya pararon la confrontación y de ellos depende el cambio de actitud en estos tiempos de emergencia sanitaria, económica, de empleo y pronto alimentaria.

GUSTO AL EJECUTIVO

1.- Delo por seguro:

Esta semana se aprobarán los cambios a la ley presupuestaria para permitir al Ejecutivo manejar a discreción el presupuesto con sólo declarar una emergencia.

Entre martes y miércoles la votarán los senadores a convocatoria de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de Mario Delgado y la presidenta Laura Rojas.

Pasará de inmediato al Senado de la República, cuya sesión será citada por Ricardo Monreal y Mónica Fernández para un día después, el jueves 30 de abril.

Y 2.- luego, en automático, se instalará la Comisión Permanente bajo la presidencia de la senadora Fernández.

Esta se reunirá una vez a la semana de manera presencial en el salón de plenos del Senado, pues hay suficiente espacio para diputados y senadores en cumplimiento con la sana distancia.

Pese a la pandemia, puede darse un adelanto: la Permanente operará de manera regular.