Sin mucho ruido
La meta son al menos diez estados.
Con triple objetivo:
El primero es mandar por la puerta del desprecio a los gobernadores gruñones, irrespetuosos y retadores ante el poder presidencial.
Varios son de la Alianza Federalista y deberán irse el año próximo: Jaime Rodríguez, Enrique Alfaro, Ignacio Peralta y para qué seguir.
El segundo es incrementar la presencia del nuevo partido de Estado, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en el territorio.
Ahí caben por igual titulares de los estatales como diputados locales, presidentes municipales y la extensa estructura de regidores, concejales…
El tercero, apuntalar por esa vía el triunfo de diputados federales a fin desplazar, de una vez por todas, la barrera legislativa opositora.
Sólo quedará como leve resistencia el Senado de la República, donde la gubernamental Morena no tiene mayoría calificada, pero ahí Ricardo Monreal ha mostrado habilidad para sacar las iniciativas presidenciales.
LOS NUEVE SEGUROS
Se parte de un principio:
Desde Palacio Nacional -el comité de Mario Delgado es un complemento- se consideran seguro nueve estados, a saber:
Baja California a hombros de Jaime Bonilla por encima de la candidata Marina del Pilar Avila.
Campeche con Layda Sansores.
Chihuahua con el apoyo del alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada, a quien se ofrecerá una diputación para él y puestos para recomendados suyos.
Guerrero con Amílcar Sandoval, pero deberá superar la división interna y sobre todo evitar la escisión del ala comandada por Félix Salgado Macedonio.
Nayarit con el desertor priísta Miguel Angel Navarro.
Nuevo León con la ex priísta tránsfuga Clara Luz Flores, fichada desde principios de año por el propio presidente.
Sonora con Alfonso Durazo, quien tiene la responsabilidad -nada fácil ante el ex priista Ernesto Borrego Gándara- de aprobar con su triunfo al gobierno nacional.
Tlaxcala con Lorena Cuéllar, quien hizo su precampaña cuando manejó recursos públicos como superdelegada designada desde Palacio Nacional.
Zacatecas con David Monreal, por cuyo triunfo debe responder Ricardo Monreal para seguir en liza por la candidatura presidencial o de la Ciudad de México.
El décimo -o más- dependerá del apoyo oficial a los otros cinco.
MÁS Y MÁS EJÉRCITO
1.- Era de esperarse y aquí lo hemos anunciado.
Buena parte de la infraestructura en construcción irá a manos de las Fuerzas Armadas tanto en su manufactura como en su operación y beneficios.
Aquí informamos el jueves de la semana pasada la inminente formacIón de la empresa Aropuerto Internacional Felipe Angeles, S. A. de C. V.
La disposición se publicó en el Diario Oficial de la Federación y luego vendrán más empresas militares, entre ellas el Tren Maya.
Y 2.- el gobierno de Joe Biden no aflojará la exigencia a México de mantener controles “para garantizar una migración segura y ordenada”.
Habrá variantes en relación a Donald Trump, pero vendrán otros aspectos de colaboración no gratos al gobierno mexicano: vigencia del Estado de Derecho, participación empresarial en las relaciones bilaterales y concurso de las organizaciones civiles.
Si alguien lo duda, consulte el reporte de Biden tras el diálogo del sábado.