Sin mucho ruido
Campañas con recursos públicos sin ningún pudor
No dejarán el cargo y ya contrataron sus anuncios
Alfonso Durazo incorpora a un desperdicio del PRI
La jefa de Gobierno ha puesto el dedo en la herida.
Claudia Sheinbaum ha ordenado retirarse del cargo a delegados y diputados locales con la intención de reelegirse en junio próximo.
Su influencia no trasciende la Ciudad de México, pero exhibe el descaro con el que se promoverán miles de políticos con recursos públicos.
Para comenzar, más de 440 diputados federales a quienes no les da vergüenza estar al servicio del Poder Ejecutivo y votar sus iniciativas.
Siguen cientos de diputados estatales, pues todos sin excepción gozan de jugosas partidas para distintas actividades.
Además de sus percepciones disfrazadas de dietas y apoyos para transporte y gestión legislativa, hacen gestiones de obra y servicios públicos.
Con ese gran bagaje económico y político van sin pudor alguno a nuevas campañas ─y a veces sin hacerlas, pues son plurinominales─ sin dejar de recibir sus percepciones.
Todo con el aval de la Cámara de Diputados, pues ellos fijan las reglas, las mañas, los beneficios y también el cinismo.
Y pagan por adelantado
Como la lista es extensa, centrémonos en la capital.
Casi todos los alcaldes de la Ciudad de México aspiran a otro nuevo ejercicio de tres años sin dejar el cargo.
Es decir, en plenas funciones para las cuales serían reelectos.
Y como dijimos arriba, sin ningún pudor.
Le doy ejemplos:
Ya están reservados en la alcaldía Miguel Hidalgo infinidad de espectaculares para difundir la imagen del morenista Víctor Hugo Romo.
Tal vez usted no lo sepa, pero es uno de los mayores protegidos del coordinador de Programas para el Desarrollo, Gabriel García Hernández, quien maneja todos los recursos federales y los llamados servidores de la nación.
O en Benito Juárez con el panista Mauricio Taboada.
O en Venustiano Carranza el de Luis Enrique Moreno.
Este cochinero en plena cuarta transformación será la característica de otros lugares donde tampoco habrá cambio de caras y de políticos.
Es el caso de Francisco Chiguil en Gustavo A. Madero, Armando Quintero en Iztacalco, José Carlos Acosta en Xochimilco…
Pero para qué seguir, si la lista no cabe en una columna.
Adquisición de Durazo
1.- Seguramente Alfonso Durazo está muy necesitado de apoyo.
De no ser así, jamás habría integrado a su equipo al expriista Carlos Ernesto Zataráin, exalcalde de Guaymas y exdiputado federal.
Fue despedido en el sexenio pasado como coordinador de Concertación Social de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu) por sus malas mañas.
Inclusive el subsecretario Gustavo Cárdenas lo corrió de su oficina cuando le comprobó una y mil deshonestidades.
─¡Váyase de mi oficina! Ya no lo quiero ver aquí jamás ─le dijo cuando lo cesó.
En 2018 lo desechó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ahora se refugia en el partido de Andrés Manuel López Obrador.
Si Alfonso Durazo necesita mayor información puede recurrir al expediente, al mismo Gustavo Cárdenas o a otros testigos de ese negro pasado.
Y 2.- La comunicación política nacional ha perdido a un profesional, Fernando Macías Cué.
Desde los 17 años abandonó la escuela para formarse en la práctica diaria y su último cargo formal fue coordinador de Comunicación Social de Miguel Ángel Mancera.
Duele su partida, en lo personal, por 43 años de amistad.