Teléfono rojo
Las siete vidas de Ricardo Monreal
Las corcholatas juegan libres, él no
Oposición sin PRI no aspira a nada
Usted, lector asiduo, lo recuerda.
El 18 de noviembre publicamos aquí:
Monreal: ni renuncia ni liderazgo en juego.
Continuaría, dijimos esa fecha, al frente del control senatorial por lo menos hasta fines de enero con plenos poderes para operar su permanencia.
Hoy lo ratificamos.
Y no porque lo diga el presidente muy a su pesar, sino porque Monreal tiene su propio valor y atrás de él está la mayoría de los 60 senadores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
No han podido desmembrar su control ni acciones oficiales ni luchas internas y uno a uno de sus opositores, Martí Batres al frente, han caído rendidos ante su operación.
Pero ahora hay una nueva circunstancia:
Desde Palacio Nacional se ha dado vía libre a los senadores oficialistas -y esto incluye a Morena, PT y Verde- para ver si de aquí a fines de enero logran conformar un grupo capaz -¿rapaz?- de destituir al zacatecano.
O sea, el manto presidencial ya no está con quien ha osado votar contra la regresión del sistema electoral y la violación a la Constiución, por supuesto contra el avance democrático.
CORCHOLATAS LIBRES
Pero hay mucho más.
Aquí lo anunciamos dos semanas atrás:
En Palacio Nacional se preparaban reuniones para hablar e instruir a las corcholatas para definir estrategias y posicionarse dentro o al margen de las leyes electorales.
Ya se dio el primer encuentro.
La clave: promoverse desde el poder, sin dejar los cargos públicos –Claudia Sheinbaum en el Gobierno de la ciudad, Adán Augusto López en la Secretaría de Gobernación y Marcelo Ebrard en la Secretaría de Relaciones Exteriores- sin rendir cuentas, con uso de recursos públicos, con uso de posición, etcétera.
Pero también dijimos:
Ricardo Monreal no está contemplado para asistir a Palacio Nacional y menos para hablar con el presidente con afanes de ser candidato a la Presidencia de la República.
Y sigue sin estar contemplado.
O sea:
Lejos de aquellos afectos cuando López Obrador se ponía en sus manos para impugnar fraudes electorales -con uso de gallinas y cerdos para corromper el voto-, hoy es adversario de cuidado.
Hay de corcholatas incondicionales, mimetizadas con la voz y el discurso presidencial, a aspirantes independientes con pleno derecho.
SIN EL PRI NO HAY NADA
Alerta en la cima.
Los conformantes de Va por México revisan con lupa los estatutos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para saber si Alejandro Moreno violó los Estatutos.
Ha prolongado su dirigencia hasta 2024 y eso le dará derecho a firmar convenios con Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y a postular candidatos por doquier.
Aquí está la clave y aquí está el enojo de sus adversarios internos.
El integrará las listas plurinominales al Senado para el período 2024-2030 y para la Cámara de Diputados de 2024 a 2027.
Control pleno.
¿Firmarán PAN y PRD?
Sí, doble contra sencillo.
El PAN de Marko Cortés y el PRD de Jesús Zambrano palidecen sin la alianza con el PRI, al margen de quién designen por común acuerdo y proceso previo candidato presidencial.
De ese nivel es su dependencia mutua.
De ese nivel es su incapacidad de competencia.