Sin mucho ruido
Las presiones han hecho mella en el autodenominado Frente Ciudadano por México.
Si es ciudadano, han advertido varias organizaciones y hasta aspirantes internos a dirigentes de los partidos integrantes, debe abrirse a la sociedad para dar muestras de su espíritu democrático.
La negativa principal proviene de Ricardo Anaya, quien como dirigente del partido mayoritario (Acción Nacional, PAN), se siente con derecho natural para ser el candidato presidencial en 2018.
El mantendrá su intento personal, muy legítimo por cierto.
Pero debe vencer muchos obstáculos internos.
En primer lugar a quienes como Alejandra Barrales y Dante Delgado sienten la necesidad de legitimar esa alianza pluripartidista ante la sociedad mexicana para encarnar con ella.
En segundo lugar, a quienes desde dentro –el panista Rafael Moreno Valle, el perredista Silvano Aureoles y el ciudadano Miguel Angel Mancera (Margarita Zavala sólo regresará si la convence el ex gobernador de Puebla- exigen apertura.
Pero va en ascenso la presión de organizaciones civiles, por algunos llamados no gubernamentales (ONGs), para operar en doble vía: incorporar sus planteamientos de gobierno y dar derecho de participación a interesados no militantes.
ENEMIGO DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA
Aquí hay una sorpresa.
Casi a título personal varios dirigentes partidistas han promovido sondeos para saber a quiénes promueven esos agrupamientos sociales en aras de llevar un ciudadano y no un político a la Presidencia de la República.
La mayoría de las voces se inclinan por Claudio X González, un empresario de larga trayectoria en México y ligado a la trasnacional Kimberly Clark.
Su nombre tiene muchas repercusiones.
En primer lugar, adelanta la suma de muchísimas ONGs para impulsarlo y, llegados a una contienda interna, deberá medirse al candidato de fuerzas políticos.
Los partidos, tan odiados.
Pero también sería una provocación para Andrés Manuel López, quien coloca a ese personaje en el centro de sus odios como cabeza de la mafia del poder al lado de personajes como Carlos Salinas, Diego Fernández de Cevallos y por supuesto el presidente Enrique Peña Nieto.
Falta mucho tiempo y sobre todo vencer resistencias para saber, primero, si el Frente realmente quiere ser ciudadano como lo dice en su nombre o se queda en una cúpula de partidos.
Pero la mención de Claudio X González ha lanzado alertas en muchos lugares.
El Sindicato Nacional de Trabajadores la Educación (SNTE) se ha puesto en alerta porque daría la razón a su dirigente Juan Díaz de la Torre, quien ubica a ese empresario como enemigo de la enseñanza pública.
También explicaría por qué el Partido Nueva Alianza (Panal) de Luis Castro Obregón participa en las negociaciones y una de sus premisas es defender a la escuela oficial.
Con todos estos elementos, y en tanto se determina el método de postulación como aclara el dirigente panista Ricardo Anaya, no se avizoran discusiones conciliatorias al interior del Frente.
Esperemos.
PRI: PEÑA QUIERE DECIDIR AL ÚLTIMO
1.- Priístas y analistas de café se muerden los dedos y discuten sobre cuándo postulará candidato presidencial el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Como informamos el miércoles, el presidente sí analiza el perfil de sus prospectos y los coteja básicamente en dos frentes, el economista y el político.
Pero a otros los desespera saber la intención de organizar una pasarela pública de aspirantes, la cual se realizaría de mediados de diciembre tal vez hasta febrero del año próximo.
Y 2.- la reconstrucción es primero.
Una prueba más de esta decisión presidencial es la casi segura cancelación de la visita del secretario de Salud, José Narro Robles, a California para encabezar la clausura de la Semana Binacional de Salud México-Estados Unidos.
La agenda culminará el domingo e incluye funcionarios de ambos países con el cónsul Salomón Rosas como anfitrión.