
Impulsa Gobierno de Guerrero desarrollo y sustentabilidad en zona rural
CHILPANCINGO, Gro., 8 de mayo de 2025.- Una marcha para exigir justicia por el crimen del vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a La Presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz terminó en la Fiscalía General del Estado.
Como informó Quadratín Guerrero, más de 500 personas salieron de la avenida Insurgentes en la parte norte de la ciudad y al último llegaron al bulevar René Juárez Cisneros, en la colonia El Potrerillo, donde está la Fiscalía.
Con machetes en mano, pobladores que pertenecen al Cecop colocaron un sombrero negro en el piso y rasparon el suelo con los machetes, al mismo tiempo de que lanzaron consignas en demandas de justicia.
El director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández señaló que el asesinato de Marco Suastegui se debe de investigar en el contexto de la criminalización que existe contra luchadores sociales en el país.
En el caso de Guerrero, subrayó que se debe reivindicar la lucha y el trabajo que ha hecho Marco Antonio Suástegui en los últimos 20 años en Acapulco.
En la movilización, también marcharon pobladores de Cacahuatepec, la tierra que defendió y de donde era originario el líder del Cecop, quienes lanzaron consignas como: “Marco murió, pero nunca se vendió” y “Marco murió, el gobierno lo mató”.
En la marcha también participó el exgobernador Rogelio Ortega Martínez, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) y colectivos de personas desaparecida.
A la Fiscalía, llegó el subsecretario de Desarrollo Político y Social del estado, Francisco Rodríguez Cisneros, quien prometió a los manifestantes que al concluir su protesta se reunirían con el fiscal Zipacná Jesús Torres Ojeda para pedirle información sobre los avances de la investigación del asesinato de Marco Suástegui.
Marco Antonio Suástegui murió el pasado 25 de abril tras un atentado a balazos en la playa Icacos de Acapulco que lo mantuvo ocho días hospitalizado.