Urge ONU Mujeres a incorporar perspectiva de género en mitigación al cambio climático

ACAPULCO, Gro., 8 de marzo de 2022.- ONU Mujeres advirtió que es urgente tomar acción para que la crisis climática y medioambiental que enfrentamos no suponga la profundización de la desigualdad que enfrentan las mujeres y las niñas, sino más bien una oportunidad para poner en marcha iniciativas que las coloquen en el centro. Incorporar la perspectiva de género, la participación y el liderazgo de las mujeres en la respuesta, adaptación y mitigación al cambio climático es fundamental para una acción por el clima más eficaz y para lograr el desarrollo sostenible (CSW66).

La desigualdad de género, unida a la crisis climática y medioambiental, es uno de los mayores desafíos del desarrollo sostenible en la actualidad (CSW66).El cambio climático y la degradación ambiental afectan a todo el planeta y a todas las personas, aunque no de la misma manera ni en el mismo grado. Las mujeres y las niñas, en particular las rurales, indígenas y en situación de movilidad, se ven afectadas de manera desproporcionada por el cambio climático, la degradación del medio ambiente y los desastres (CSW66).

Las situaciones de crisis profundizan la desigualdad de géneroya existente, que se traduce en la negación del pleno disfrute de los derechos humanos a la mitad de la humanidad, agravan las formas interrelacionadas de discriminación e incrementan la situación de riesgo de las mujeres y niñas a la inseguridad alimentaria, la violencia de género y el matrimonio infantil. Los impactos del cambio climático pueden profundizar la desigual distribución del tiempo y de la organización social del trabajo doméstico y de cuidados, especialmente, entre las mujeres y niñas rurales, indígenas y campesinas ya que son las principales responsables de la alimentación familiar, así como de recolectar recursos esenciales para la subsistencia de los hogares como son el agua y la leña.

El liderazgo y participación de las mujeres y las niñas en los esfuerzos de respuesta, mitigación y adaptación al cambio climático, así como en el cuidado y defensa del territorio, son contribuciones centrales para construir un futuro más sostenible para todas las personas (CSW66). Las mujeres cuidadoras del medio ambiente tiene un papel fundamental en la sostenibilidad de la vida y el cuidado del planeta.

Las mujeres rurales e indígenas han jugado un papel activo y sostenido a lo largo del tiempo en la defensa del territorio, clave para la conservación del medio ambiente, la adaptación y mitigación al cambio climático. El conocimiento, las habilidades y el liderazgo intergeneracional de las mujeres y las niñas defensoras y activistas del clima deben aprovecharse plenamente. Es fundamental garantizar los derechos de las mujeres a la tierra que se vinculan a mejores condiciones de vida, nutrición, soberanía alimentaria, salud, educación, acceso al crédito y mayores ingresos.

CIFRAS

Globales

• Se prevé que los desastres relacionados con el clima empujarán a 100 millones de personas más a la pobreza extrema para 2030.
• En la actualidad, las mujeres conforman el 32% del empleo en el sector de las energías renovables, pero ocupan solo 1 de cada 10 cargos directivos.
• A nivel global, menos del 15% de las personas que administran o tienen control sobre tierras agrícolas son mujeres.
• Los datos sobre género y medio ambiente solo están disponibles para 2 de cada 10 indicadores de los ODS

Regionales

• En 2020, 41,8% de las mujeres en América Latina y el Caribe sufrió algún grado de inseguridad alimentaria, en comparación con el 32,2% de los hombres.
• En 2021, América Latina y el Caribe es la región del mundo más peligrosa para los y las defensoras ambientales: entre 2015 y 2019, hubo 933 asesinatos de un total de 1.323 denunciados en todo el mundo, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. El 13% de las víctimas en la región han sido mujeres defensoras.

México

• México es uno de los países con mayor diversidad biológica en el mundo, pero de acuerdo con las últimas estimaciones, el país ha perdido alrededor de 50% de sus ecosistemas naturales. Además, durante el periodo 2000-2020, cerca de uno de cada cinco municipios del país recibieron anualmente una declaratoria de desastre.
• En México, se señala a los desastres como una razón de la migración intraestatal, interestatal e internacional.
• Entre 2017 y 2019, la FAO estimó que 29.7% de los hombres mexicanos sufrían de inseguridad alimentaria mientras que para las mujeres la cifra ascendía a 37%.
• Entre 2012 y 2019 la organización Front Line Defenders registró 499 agresiones a personas defensoras del medio ambiente en México. En 2021, el Memorial de las personas Defensoras de Derechos Humanos (DDH) investigó y verificó los asesinatos de. 43 DDH en México.

TRABAJO DE ONU MUJERES

El programa Avancemos por la Igualdad, que surgió después de los sismos de 2017, es un ejemplo claro de la centralidad de las mujeres en la recuperación económica, a la vez que tiene un fuerte componente de resiliencia y salud mental ante emergencias y desastres:

Mediante un programa de formación de habilidades de liderazgo y emprendimiento, así como la creación de redes y cooperativas, se han lanzado o reactivado emprendimientos que benefician a toda la comunidad. Muchos de los negocios de las mujeres se han convertido, o están en vía de convertirse, en el principal ingreso económico del hogar, o se han independizado económicamente. El programa aborda también las cargas de trabajo de cuidados no remunerado, que asumen principalmente las mujeres, para reducir una de las principales barreras que enfrentan para acceder al mercado laboral y al emprendimiento.

Este programa ha demostrado que trabajar en el empoderamiento económico de las mujeres con un enfoque de resiliencia, permite que ante nuevas crisis como las provocadas por la pandemia por COVID-19, los negocios de las emprendedoras innoven y se reinventen de manera oportuna, contribuyendo a la recuperación de sus comunidades.

LLAMADO A LA ACCIÓN

Generar evidencias y mejorar la producción de estadísticas con enfoque de género, incluyendo la desagregación de los datos por sexo y otras variables como edad, etnicidad, condición económica, entre otras(CSW66),que permitan medir y dimensionar el impacto del cambio climático y la degradación del medio ambiente en las mujeres y las niñas, así como orientar programas y políticas que aborden sus necesidades y potencien sus capacidades.

Asegurar que el financiamiento para el cambio climático incorpore la perspectiva de género bajo el principio de “no dejar a nadie atrás” y que éste llegue a las organizaciones feministas y de mujeres que desempeñan un papel clave en la conservación del medio ambiente y la biodiversidad, la reducción del riesgo de desastres y la defensa de los derechos de todas las mujeres y niñas (CSW66).

Garantizar los derechos de las defensoras de los derechos humanos ambientales y, especialmente las mujeres indígenas, así como prevenir, atender y sancionar la violencia contra las mujeres y las niñas en contextos de crisis y desastres climáticos y ambientales (CSW66).

Transformar la economía y avanzar hacia una sociedad del cuidado que priorice la sostenibilidad de la vida y el cuidado del planeta, y así fortalecer la resiliencia de las mujeres y de sus comunidades (CSW66)