Víctima de tortura del Ejército en Ajuchitlán aún no es indemnizada

ACAPULCO, Gro., 7 de julio de 2021.- La mujer torturada por militares y policías federales hace seis años en Ajuchitlán del Progreso, tras ser acusada de secuestro y de nexos con el grupo criminal La Familia Michoacana, denunció que aún no ha sido indemnizada y su vida aún se ve afectada por lo que sufrió.

Elvira Santibáñez Margarito tenía 21 años de edad cuando fue detenida, desnudada, golpeada y sufrió intento de asfixia con bolsas de plástico por parte de soldados del Ejército, lo cual quedó grabado en un video que se difundió en redes sociales.

Por este caso en la región Tierra Caliente del estado, el 16 de abril de 2016 se disculpó el entonces secretario de la Defensa Nacional durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, Salvador Cienfuegos Zepeda.

En 2019, Elvira Santibáñez recuperó su libertad y fue considerada como víctima de tortura por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), sin embargo hasta la fecha no ha recibido ninguna ayuda y pidió a las autoridades que si tienen la intención de repararle el daño, lo hagan lo antes posible.

“No he tenido ayuda, fueron tres ocasiones las que le dieron a mi mamá apoyo alimenticio, de renta y de ahí no se me dio ningún apoyo”, expresó en entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva en el programa Por la mañana de Radio Fórmula, a donde aceptó asistir para limpiar su nombre.

 Recordó que tras la difusión del video de su tortura, fue atacada en redes sociales y acusada de crímenes que no cometió. “No he secuestrado, no he pertenecido a ningún cártel, como lo hicieron saber; simplemente fue portación de arma (de lo que se le acusó) y se me liberó porque no se comprobó”.

“A lo mejor, mi único delito fue haber trabajado de sexoservidora, por la pobreza que vivimos en Guerrero. No porque yo estaba trabajando en eso, iba a involucrarme con otro tipo de personas”, abundó.

Lamentó que por las “habladurías” no ha podido regresar a Guerrero, ya que teme ser agredida por la organización criminal con la que supuestamente trabajó. “Quiero limpiar mi nombre, porque no se vale que por tantas habladurías se me maldijo, se me insultó. Es falso que estuve por secuestro o delincuencia. Lo que sí es verdadero, es que yo no voy a mi pueblo, no por miedo de que yo haya hecho algo”, dijo.