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ACAPULCO, Gro., 21 de noviembre de 2017.- Los cadetes que arribaron este martes en el Buque Escuela Cuauhtémoc calificaron como “inolvidable” la travesía de nueve meses que vivieron a bordo del Caballero de los Mares por 12 países del mundo.
En entrevista, Sandra Hernández Arellano, una joven estudiante de quinto año destacó que durante su viaje de 289 días arriba del Buque, aprendieron muchas experiencias, los valores y el trabajo en equipo. Subrayó el liderazgo que el comandante Gustavo Reyes “nos inculcó a los demás, las prácticas marineras, las culturas de los otros países y tradiciones marineras, así como llevar el mensaje de paz y buena voluntad a estos países”.
Contó que al ingresar a la bahía de Santa Lucia y ver a sus familiares se sintió emocionada y hasta la piel se le enchinó al ver a su mamá esperándola. “Es algo muy bonito que se siente después de tanto tiempo de no verlas, es algo muy bien, saber que están bien y que están ahí”, expresó.
Reconoció que al principio del viaje le costó mucho trabajo subir a lo más alto el velero, porque sentía miedo de hacerlo. “A lo largo de los nueve meses nos fuimos acoplando, la tripulación nos ayudó mucho, entre todos pudimos llegar al mismo nivel y realizar juntos las maniobras del buque”.
Por su parte, la cadete Yesenia Ramírez Guzmán coincidió en que este viaje es algo inolvidable, donde la experiencia a bordo ha sido “muy grata”, ya que tuvo la oportunidad de navegar por los diferentes océanos del mundo, conocer grandes personas y sobre todo hacer las maniobras.
De lo que más ha extrañado durante todo este viaje, la cadete afirmó que fue a su familia, ya que a pesar de que sabe que está muy orgullosa de ella, se pierde muchos momentos importantes. “Es lo difícil, estar muy lejos y no convivir tanto con ellos”, aunque también saber que no verá a sus compañeros es triste “me despido de muchas personas con las cuales conviví demasiado”.
Subrayó que en la tripulación el compañerismo y el trabajo en equipo, es lo más importante y entre lo más arriesgado es “subir las velas o sabes que tu buque está en peligro, eso es lo que más me marcó a bordo”.
Por su parte, el capitán de corbeta del departamento de Navegación Gustavo Reyes Violante expresó que este viaje era satisfactorio, ya que se cumplieron con todos los objetivos y pudieron ser una parte representativa de México en el extranjero. Hubo “dos misiones principales del Buque: la exaltación del espíritu marinero que es de todo el personal que se embarca a bordo principalmente del área de cadetes de la Escuela Naval militar y llevar el mensaje de amistad y buena voluntad de México por todos los mares y puertos que visitamos”.
De las actividades que realizaron durante la travesía, el capitán informó que conocieron los sitios históricos, las academias navales, ayuntamientos, además de realizar una recepción oficial a bordo. “Siempre la hospitalidad mexicana y la amabilidad mexicana se destaca y es bien recibida en el extranjero”.
De los sentimientos al ingresar a la bahía, atracar en el muelle y ver a todos sus familiares, Gustavo Reyes expresó que “siempre es un motivo de orgullo poder regresar sanos y salvos, estar nuevamente aquí en Acapulco y en la bahía de Santa Lucía que es una de las más hermosas del mundo”.