Teléfono rojo
¡Honor a quien honor merece!
Sin duda alguna, hoy por hoy, el Real Madrid es el mejor equipo del mundo, ¿por qué?, fácil! ¡Por haberle ganado la final de la Champions League al Atlético de Madrid de una manera aplastante.
El 4-1 en el marcador a favor de los merengues reflejó el poderío que tienen a la ofensiva, y aunque el atlético, del ‘Cholo’ Simeone, hizo bastante por merecer la victoria, al final la destreza y calidad futbolística de Ángel Di María marcaron la diferencia en el marcador.
Ni la agilidad de CR7, o la velocidad de Bale pudieron hacer tanto como lo que hizo el ‘fideo’ en el terreno de juego durante 120 minutos, no por nada se llevó el reconocimiento de “el mejor jugador del partido”.
El temple y garra de Sergio Ramos le dio el oxígeno suficiente al plantel de Ancelotti para que, cuando los colchoneros ya festejaban su primera Champions, se levantaran y siguieran peleando por esa décima que ya no podía esperar.
Me imagino que cuando terminó el tiempo regular, Iker Casillas le dijo a Sergio Ramos que le dejaría toda su quincena por el gol que había marcado… Digo, ¿no?, después de haberla regado en el gol de los colchoneros y de ver cómo por poco se les escapaba el título que por tanto tiempo habían peleado.
Sin demeritar el partido que hizo el Atlético, el Madrid fue señor y maestro del segundo tiempo del encuentro, momento en el que atacó despiadadamente por todas partes a los ‘indios’. Isco poniendo de cabeza a los rivales, Mordic orquestando el medio campo, Marcelo como recuperador y generador de oportunidades por el sector izquierdo y Ramos imponiendo seguridad y calidad en la defensa. ¿Qué te faltaba, Real Madrid?
A pesar de haber fallado en más de dos oportunidades claras de gol en tiempo regular, Bale salvó su chamba al anotar el segundo gol, obra majestuosa de Di María, y que los encaminó directamente hacia la décima.
Considero que el gol de Marcelo fue mérito propio a la labor que hizo desde que entró al campo de juego. Inmediatamente concordarán con este humilde redactor que hay un ‘antes’ y un ‘después’ de su entrada a la cancha.
Del que de plano si no hubiera sido por el penal que anotó (en el que pecó de soberbia por festejar un gol que no valía tanto como el de Ramos o Bale por darle igualada y ventaja al Real Madrid) ni nos hubiéramos dado cuenta de su existencia fue de Cristiano Ronaldo.
Al portugués lo tuvieron tan marcado que se la pasó más tiempo quejándose por las faltas inexistentes que le hacían sus rivales que por lo que produjo en el campo de juego. Durante 93 minutos, CR7 no pudo con la delicadeza que el partido demandaba para un crack de talla mundial, considerado como el mejor del año.
En fin, lo hecho, ¡hecho está! Sólo hay que desacatar tres cosas del Atlético de Madrid
LO BUENO: La manera de empuje que tuvo el ‘cholo’ Simeone cuando a su equipo le anotaron el de la igualada, pues en lugar de quedarse perplejo y ver cómo su equipo empezaba a desmoronarse, prefirió seguir alentando a sus jugadores y pedirles que se rompieran el alma adentro del juego.
LO MALO: Las patadas que dieron los colchoneros como medida de “estatequieto” a los merengues, que a final de cuentas, de poco les sirvió.
LO PEOR: El arranque de ira que tuvo el entrenador rojiblanco para con Varane.
LA PREGUNTA: ¿No se les figura el Atlético de Madrid a un equipo de la liga MX? Digo, no es porque también haya ganado un campeonato con un empate y que haya perdido en los últimos 2 minutos un campeonato que ya festejaban… sin duda ese Cruz Azul sí es su hermano mexicano, oops! ¡Se me chispoteó!
@JairVilleda91 | [email protected]