La superioridad moral
Luis Videgaray, secretario de Hacienda, es un hombre seguro de sí mismo, de lo que hace, cómo lo hace… y cómo lo explica.
Mientras a su alrededor la borrasca y la tormenta lo cercan y lo acosan –hasta lo acusan– por los grados menores del crecimiento de la economía y la inconformidad de los sectores empresarial y patronal por la Reforma Fiscal, él se muestra sereno.
El proceso de las reformas estructurales aprobadas en 2013 no implicaba cambios instantáneos; el efecto que tendrán en la economía se verá en el mediano plazo. “Reformar no es hacer magia, es cambiar a profundidad la estructura de la economía que nos ha impedido crecer”, –aclara.
Para el Secretario de Hacienda lo más importante es que vamos a retomar el crecimiento. De 1981 a la fecha, la tasa promedio fue de apenas 2.4 por ciento… cifra muy por debajo de lo que corresponde a una economía emergente como la nuestra.
“En los últimos 13 años –desde 2001 a la fecha–, esa fue la tasa; un rango de 2.7 quiere decir que hay bases para generar cambios importantes en la economía alentados las reformas en que está empeñado México; estamos en una tendencia de recuperación”.
Y como el mago, Videgaray saca un “as” bajo la manga:
“…el presupuesto de obra aumentó en más de 50 por ciento para este año, soportado en la Reforma Fiscal… un programa nacional de infraestructura de 7.7 billones de pesos; una parte muy importante de los recursos provienen de la Reforma Fiscal. Siempre las reformas tributarias son polémicas pero es un hecho que hay contribuyentes, particularmente aquellos con mayores ingresos, quienes están haciendo un esfuerzo mayor al pagar más impuestos.”
Y remata:
“…desde la cuenta pública del año pasado y para este año, estamos habilitando herramientas que permitan a los académicos, estudiantes o a la ciudadanía en general, vigilar cómo van las obras, a través de la página www.transparenciapresupuestaria.gob.mx).”
“Esto nunca se había hecho (municipio por municipio); estamos apostando a la transparencia porque es la transparencia lo que realmente nos puede dar un mejor ejercicio del gasto público.”
De este modo, el funcionario responde a la demanda de ciudadanos renuentes a pagar impuestos mientras no quede claro en qué y cómo gasta Hacienda el dinero. Está claro, los “pagadores” no queremos más gasto burocrático sino más inversión pública, más obras y sobre todo más eficacia para evitar la evasión fiscal de tramposos contribuyentes.
Videgaray también presumió el gran reconocimiento (internacional) a las decisiones que está tomando México, gracias a la capacidad política para llegar a acuerdos en el Congreso, lo cual genera una perspectiva inédita para vislumbrar lo que puede ser un cambio integral de la economía mexicana hacia el futuro.
“México se prepara para ser un activo protagonista de la economía global”, concluye el Secretario de Hacienda.
Sin embargo la gran apuesta –por no decir la única– es la cristalización de las reformas. Sin ellas no habrá forma de destrabar la tendencia a un menor crecimiento.
Dicho de otro modo, sin reforma no se transforma.
MENSAJE: Escribe el Ing. Fausto Soto (asiduo lector): “ayer te falto comentar la compra de una ‘tuneleadora’ realizada por el gobierno de Marcelo Ebrard para perforar subterráneamente toda la L-12. Por razones inexplicables los hermanos Horcasitas le proponen un tramo elevado –el tramo conflictivo– para ahorrar 700 millones; el gasto de rehabilitación será de 800 millones. Si hubieran hecho un túnel se hubieran evitado expropiaciones, las curvas de radio reducido… y el gasto”.
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