Gran cartelera de eventos tendrá Guerrero en el 2025
TLAPA, Gro., 21 de agosto de 2014.- “Hola que tal, buenas tardes a toda tu audiencia, soy Nestora Salgado, me encuentro en la salida de Olinalá, me tiene retenida el Ejército, no me han dicho con que razón, la camioneta en la que voy le registraron hasta el cofre, le iba a echar gasolina y no me dejaron salir el Ejército en dos Hummers y más militares que van llegando (…) no me dan la razón por la que estoy detenida, me están grabando, tomando fotos”, relató en vivo, vía telefónica, la líder comunitaria a Victor Wences, locutor de la radio de la Universidad Autónoma de Guerrero, momentos antes de su detención la tarde del 21 de agosto de 2013.
Durante su detención, soldados del Ejército Mexicano, destacamentados en el 93 Batallón de Infantería en Tlapa, insultaban a Nestora, quien no iba armada, la rodearon durante varios minutos,“¡no que muy chingona pinche vieja mitotera!”, le gritaron e incluso le mentaron la madre hasta que finalmente, cuando intentaba realizar otra llamada telefónica se la llevaron a la camioneta de la Marina, la jalonearon diciéndole que no podía hablar, ella sacó de nuevo el teléfono para intentar comunicarse con un coordinador de la Policía Comunitaria de Olinalá cuando volvieron las amenazas e insultos, le jalaron la bolsa y el brazo; de un empujón la subieron a la camioneta militar.
Antes pronunció al aire, “pido ayuda a la gente, no tengo arma, pido ayuda al estado, al Movimiento Popular Guerrerense, por favor si salimos, Ayotzinapa, compañeros salgamos, se me hace injusto, no tienen razones para detenerme, no me dejan salir”, continuó relatando Nestora Salgado García cuando se encontraba en las inmediaciones del Instituto Tecnológico de Olinalá, “no me han dado el nombre de quien me ha detenido, nadie da ninguna seña, el carro no es robado, estoy retenida, nadie me dice por qué”.
Durante ese lapso de la llamada se oyen los ladridos de perros, Nestora comenta que viene llegando la Marina, que no sabe de que se trata y no sabe que pretenden hacer con ella, el locutor le pregunta si avisó a los comunitarios, a lo que responde que iba con su sobrino a ponerle gasolina a la camioneta que no tenía porque traer a la Policía Comunitaria, “pidieron refuerzos a la Marina, de algo pretenden acusarme, están pasando carros y ninguno han detenido por eso le pido el apoyo a todos, al público”, solicitó la mujer nacida en Olinalá.
Aunque unos familiares pasaron por el lugar no les avisó porque no quiso preocuparlos, no creía que hubiera una razón por la cual la quisieran detener, pensó Salgado García, quien un día antes acudió a Chilpancingo a una reunión a la cual no llegó el gobernador, apenas el día anterior había hablado con el secretario de Gobierno y ex presidente del máximo tribunal de justicia en Guerrero, Jesús Martínez Garnelo.
Al insistir el locutor acerca de la legalidad del vehículo, Salgado García le indicó que se trataba de una Nissan placas XU28039, ¿va uniformada?, preguntó Víctor Wences, no, no llevaba uniforme, iba en ropa sportiva… dijo ella, corrigiendo después la combinación de la palabra en inglés por el término en español; deportiva.
¿Algún llamado que le haga al gobernador?, continuó el locutor, “estoy haciendo el llamado a todas las organizaciones que están en apoyo a nosotros se movilicen, esto es un atropello conmigo, ¡apoyo!”, reiteró para después dar los datos de algunos de los más de diez vehículos de militares, marinos, estatales y municipales que llegaron al lugar.
“Es una Hummer del Ejército Mexicano con números 0893 150, una de la Marina con el número 800108 150, la Hummer 0893276 del Ejército (…), estoy a lado de la camioneta, están grabando todos mis movimientos, no llevo ni arma ni gente armada, vengo de mi casa, mi sobrino no trae arma, esto es una provocación, que quieren arrestarme, no tengo miedo a nada porque no le debo nada a nadie”, afirmó Salgado García.
En tono irónico Salgado García anuncia, “también viene nuestra amiga, quizá porque no pueden solitos, está llegando la Policía Municipal de Olinalá, la patrulla 102; !otra camioneta de la Marina!, la 800117”, relató sorprendida.
Me están rodeando, todos me están rodeando me están fotografiando, no se si les gustó mi traje o mi gorra, no me han dado la razón por la cual estoy detenida… He tenido comunicación con los compañeros de Ayutla, derechos humanos, por ejemplo el abogado Vidulfo (Tlachinollan) sabía de antemano que estaban preguntando por mí, días antes abordaron mi carro cuando alguien más iba manejando, no veo la razón, indicó la mujer que cuenta con ciudadanía estadounidense.
“A toda la audiencia por favor, a los amigos de Ayotzinapa que tuve el gusto de conocerlos hace poquito, ahorita creo que es por mi al rato por ellos, esto tenía que llegar y pasar, estoy consciente iban a buscar la manera de detenerme, le van echar cosas a la camioneta o de todo lo que puedan, buscarán la manera, aquí estoy, no tengo miedo, el que nada debe nada teme…”, sentenció.
El locutor menciona que se suspendieron las pláticas con el gobierno. “Anoche me habló el señor Garnelo, me pidió que continuara con el diálogo, le dije que sí pero hasta que estuviera el gobernador, porque si no van a dar respuesta, no tengo que platicar solo con ellos, que esté presente el gobernador, necesito que a mi me respondan, porque se me hace ilógico ir a una reunión donde nadie te de respuesta, nada más te escuchan, si es un pacto, si es un arreglo con los tres niveles que den respuesta, que el gobernador se digne a darme la cara y platicar conmigo”, demandó Salgado García.
Al cuestionarle sobre la situación del síndico procurador de Olinalá, detenido mientras intentaba robarse una vaca arguyendo que era suya, la cual era parte de las pruebas del asesinato cometido contra dos roba ganados horas antes y a cuyo lugar del crimen se había negado a acudir, según el síndico de Cualac, la comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá refirió: “Armando Patrón Jiménez sigue retenido, quizá le haga compañía”, dijo con ironía.
¿Señora Nestora sabe qué esto tendrá consecuencias como la que enfrenta, que la van a arrestar?, pregunta el locutor, ella responde: supongo que es lo que van a hacer, todavía no lo dicen, aunque parece que están agarrando a un delincuente o alguien muy importante o peligroso, porque hijo de la chingada no pudieron con un solo grupo, no he pedido apoyo de mi gente, no quiero preocuparlos…
Los militares alejaron de ella a su sobrino que iba manejando, al retirarse aventaron los papeles al cofre, después de que él y su tía vieron alejarse el convoy se dirigieron hacia Tlapa siguiendo las camionetas que escoltaban a su tía pero la Marina los detuvo; ¿a dónde chingados van ustedes?, ¡váyanse o también se los va a cargar la chingada!, los vehículos oficiales regresaron momentos después de su ruta y agarraron el camino para Ahuacotzingo o Papalutla, ante el temor a ser interceptados por inconformes.
“Gracias al público, un abrazote”, diría por último Nestora Salgado a Radio Universidad, un espacio abierto que garantiza la libertad de expresión, aseguró el locutor antes de mandar a corte.
Antes de ser arrestada logró comunicarse con su hija a quien le dijo que hablara al Consulado Americano porque las autoridades mexicanas le habían tirado sus documentos y temía por su vida. Le quitarían después su celular y sus alhajas.
La mujer de Olinalá fue trasladada de manera inmediata a la PGR de Chilpancingo en cuyo lugar ya sonaban las aspas del helicóptero que la llevaría a Acapulco, allí la tuvieron en un cuarto y a las seis de la mañana la subieron al avión privado que la trasladó a la cárcel de Tepic, Nayarit donde permanece hasta la fecha.