Hallan a un muerto en pueblo de Acapulco
MÉXICO, DF, 28 de octubre de 2014.- Tras externar su “más sincera solidaridad” con “el dolor” de los familiares de los normalistas de Ayotzinapa”, el padre Alejandro Solalinde señaló en su cuenta de Twitter que sus recientes revelaciones sobre el posible destino de los 43 alumnos desaparecidos en Iguala, Guerrero, nunca tuvieron la intención “de hacer más difícil esta experiencia por la que hoy atraviesan”, destaca la primera emisión de Noticias MVS.
“Ofrezco mis oraciones para que la esperanza les siga dando fuerza en la búsqueda de sus familiares”, expresó el presbítero a padres y madres de los normalistas; quienes, el pasado domingo 26 de octubre, le impidieron oficiar misa en la Normal Raúl Isidro Burgos, tras los comentarios que incluso lo forzaron a responder preguntas ante las autoridades federales que siguen el caso.
“El pasado 26 de octubre el padre Alejandro Solalinde acudió por invitación de algunos familiares de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa a la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos para celebrar una misa solicitada por los mismos al cumplirse un mes de la desaparición forzada de los jóvenes. Al llegar al lugar, el padre inició un diálogo con varios familiares, estudiantes y maestros quienes le externaron sobre haber hecho públicos los testimonios que le fueron confiados en relación con la situación de los estudiantes. Al terminar este diálogo por más de una hora, el padre se retiró con uno de los estudiantes quien lo acompañó cordialmente a la puerta,” se explica en la dirección de Twitter del defensor humanitario.
“Durante el mes de octubre—dice el Padre Solalinde—realicé una serie de declaraciones públicas relativas a la situación de los 43 estudiantes desaparecidos, de acuerdo con los testimonios que me confiaron varias personas en días previos. Haber publicado estos testimonios fue una determinación que tomé a conciencia y por la que ahora pido una disculpa a los familiares de los normalistas, ‘por haberme anticipado a su voluntad’,” aseguró el padre Solalinde.
“Estoy convencido de que en este momento, lo más importante es preservar la unidad de un movimiento que exige, legítimamente, la aparición con vida de los normalistas. Por eso he decidido quedar a la disposición de las familias y de la Comisión Civil de Impulso y Seguimiento a la Búsqueda para aquello en lo que crean que puedo ser de ayuda”, concluyó el padre.