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CALIFORNIA, Estados Unidos. 21 de diciembre de 2014.- El portal SinEmbargo reporta que Sergio García-Rico, un estadounidense cuadrapléjico de 53 años, utilizaba su silla de ruedas eléctrica y su vehículo adaptado para esconder rifles de asalto y cartuchos que cruzaba a Tijuana para venderlos al cártel de Los Caballeros Templarios en Michoacán y Guerrero.
En agosto de 2014, el originario de Chula Vista, California, se declaró culpable y ayer se le dictó sentencia. Mediante pruebas presentadas en la Corte Federal en California y el testimonio del propio acusado, fue sentenciado a 70 meses de prisión por los delitos de posesión de metanfetaminas e intento de tráfico de bienes provenientes de Estados Unidos.
De acuerdo a la acusación de la Fiscalía, el traficante era un hombre “atrevido y descarado” al lograr miles de cartuchos, así como armas a territorio mexicano al “explotar sus limitaciones físicas para evitar la inspección de agentes fronterizos”, dijo Andrew Haden, asistente de la Fiscalía.
El hombre, de origen mexicano pero con residencia en Estados Unidos, acudía a tiendas y exhibiciones de armas en varias ciudades de California para comprar diversas armas de fuego y cartuchos, los cuales, declaraba, serían para propio uso.
Por cada arma, recibía alrededor de 500 dólares como pago.
Ya que García-Rico es cuadripléjico, su amigo mexicano Luis Antonio Sánchez-Andrade le ayudaba a envolver las armas y esconderlas tanto en compartimentos secretos de su camioneta, como de su silla de ruedas.
Al momento de la detención de esta pareja de amigos, fueron localizados miles de cartuchos, así como armas, partes de armas y 11 mil dólares, escondidos en su vehículo
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