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ACAPULCO, Gro., 18 de junio de 2016.- El arzobispo del puerto, Carlos Garfias Merlos, consideró que Guerrero y el resto del país necesitan educación para lograr la paz, por lo que llamó al Gobierno y al magisterio al diálogo y a “dejar de lado la cerrazón”.
A través de un artículo difundido por el Episcopado Mexicano, Garfias Merlos apunta que la “irracionalidad, la imposición de la ley y el autoritarismo no ayudan a que se resuelva este conflicto (por la Reforma Educativa), y no favorecen a la paz y el desarrollo del estado y del país”; por lo que llamó a las autoridades y al Magisterio disidente a “anteponer el dialogo y dejar de lado la cerrazón”.
Indicó que “a raíz de la reforma educativa, en las últimas semanas se ha agudizado la confrontación entre el Gobierno Federal y el magisterio disidente. De ambas partes o sectores hay señalamientos de buscar sólo intereses partidistas, políticos y económicos”.
En el documento recordó que los obispos de México, desde el 2010, señalaron la “emergencia educativa” que se vive en México y mencionó que “ésta, no tiene que ver sólo con la insuficiencia de recursos y de instalaciones para ofrecer una educación de calidad, tiene que ver también con el fracaso del esfuerzo por formar personas sólidas, capaces de colaborar con los demás, y de dar un sentido a la propia vida. Este fracaso se explica por el claro reduccionismo antropológico que concibe a la educación en función de la producción, la competitividad y el mercado”.
Este posicionamiento se da después de que el arzobispo encabezara el pasado 15 de junio la peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe, donde religiosos, sacerdotes y laicos, refrendaron su compromiso de construir la paz, practicar la misericordia y atender a las víctimas como el mejor aporte de la Iglesia católica a la realidad de violencia e inseguridad que se vive en el estado de Guerrero y en el país.