La superioridad moral
Para las mujeres con humor
Pregunta: ¿Google es hombre o mujer?
Respuesta: Mujer, porque nunca te deja terminar una frase antes de sugerir algo.
Calma, no se ofendan queridas lectoras, no se carcajeen queridos lectores, que no soy misógino ni suicida. Bueno o malo, el chiste viene al caso por lo que compartiré hoy, sobre la extendida noción de que las mujeres no tienen sentido del humor.
Sé que estos tiempos son poco o nada propicios para andar de buen humor, menos las mujeres, y también sé que los más obtusos de mis congéneres confunden las muinas femeninas con la mencionada noción.
Justo por eso, me pareció oportuno y útil consultar las teorías y conclusiones de los especialistas al respecto. En general, la mayoría coincide en que las mujeres tienen sentido del humor, sólo que distinto al de los hombres.
“La causa es que el sentido del humor femenino es poco convencional, subversivo y distinto al masculino”, sostiene Regina Barreca, catedrática de la Universidad de Connecticut y editora del libro ‘Últimas risas: perspectivas de mujeres comediantes’.
“Muy a menudo”, dice Barreca, “el humor de la mujer es visto como trivial, enfocado únicamente en los llamados ‘pequeños detalles de la vida’ como nacimientos, muertes, bodas, sexo”. Afirma que los críticos literarios usualmente no encuentran humor en los escritos de mujeres porque creen que no está ahí. “No buscas algo que te han dicho que no existe”.
Sin embargo, la mayoría de los hombres prefiere que las mujeres rían, y la mayoría de las mujeres que los hombres las hagan reír. Al menos eso sugiere un estudio de la Universidad Estatal de Westfield, Massachusetts, dirigido por el psicólogo Eric Bressler en 2006.
“Las mujeres consideran mucho más importante la producción de humor que los hombres. A los hombres no nos importa tanto como a las mujeres que nos hagan reír”, dice Bressler.
“Lo más interesante ocurre cuando se pide a las personas que elijan si preferirían alguien que les haga reír o alguien que les ría las gracias. O una cosa o la otra. En ese caso los hombres prefieren claramente alguien que reciba bien su humor, mientras que las mujeres prefieren a un hombre que les haga reír”, precisa.
En otro estudio, ‘Selección sexual y humor en el cortejo’, el investigador en fenómenos de comunicación de la Universidad de Kansas, Jeffrey Hall, refiere la conocida teoría de que la evolución juega un papel en el humor. “Si observamos a nuestros primos-primates más cercanos, chimpancés y gorilas, cuando juegan hacen algo que es muy similar a la respuesta de una risa. La idea es que el juego en términos del mundo físico, se convierte en juego en términos del mundo cerebral”.
Lo mismo sucede, explica Hall, “cuando los bebés ríen, ríen de caras, sonrisas y cosquillas que son respuestas físicas y sociales”, pero anota que cuando crecen son capaces de entender el humor. Y como Bressler, afirma que “cuando el hombre cuenta un chiste, trata de publicitar su inteligencia”.
Por su parte, la catedrática de Bioquímica de la Universidad de Navarra, Natalia López Moratalla, coincide en que las mujeres tienen sentido del humor, pero ellas “prestan más atención a los contenidos semánticos de lo gracioso y tienen mayor facilidad para captar, manipular y comparar los elementos del chiste con datos almacenados en la memoria. Esto podría explicar por qué a las mujeres les suele gustar más el llamado ‘humor inteligente’”.
‘Ay sí, ay sí’, pensamos calladitos y mustios los masculinos cada vez que se dicen tan más finas e inteligentes que nosotros, en casi cualquier cosa. Pero no es desdén entrañables e insustituibles compañeras, es relajo. Como prueba, otro chiste de pregunta-respuesta, ahora a su favor:
Pregunta: ¿Por qué no debes permitir que viaje la mente de un hombre?
Respuesta: Porque es muy pequeña para salir sola.
Como la mayoría de mis pares, aunque algunos juren que las mujeres no tienen sentido del humor, sé y me consta que sí. Más, menos o mejor, y seguro distinto que el de los hombres, lo que importa es que lo tienen.
El problema, mejor dicho, los problemas principales, son tres.
El más grave, que estos no son tiempos para de andar de buenas, especialmente las mujeres: según datos del Inegi, cada cuatro horas una mujer es asesinada… ¡desde hace 10 años!
El segundo, que la lucha por los derechos feministas demanda seriedad, compromiso y decisión de las mujeres; y respeto, solidaridad, empatía y acompañamiento de los hombres.
El tercero, que en esta coyuntura, los tradicionales comentarios anti-feministas de los hombres suenan peor que nunca. Comentarios como: ‘no le hagas caso, debe estar en esos días del mes’; ‘las mujeres se deben hacer cargo del cuidado y la crianza de los hijos’; ‘¿cuánto te va a durar la onda feminista?’; ‘no es acoso, es un piropo’; ‘no eres feminista, eres feminazi’.
Comentarios semejantes solo demuestran escasa inteligencia de los hombres, no falta de sentido del humor de las mujeres. El humor existe en unas y otros, y eso merece celebración unisex. Aunque a veces no nos quieran ver ni en pintura, aunque algunos nuestros den pena y coraje, aunque algunas nos tachen de violadores en potencia, aunque otros las tachen de lo pior.
Aunque los tiempos no sean los más propicios, o quizá por eso, por lo que dicen especialistas en ambos lados.
Por lo que dice Barreca: “señalar diferencias de sentido del humor entre mujeres y hombres no significa ‘polarizar’ la discusión. Amo a los hombres, pero hay diferencias”.
Y por lo que dice Hall: “cuando dos personas ríen de lo mismo, básicamente están diciendo ‘comparto tu perspectiva, tus valores, y ciertamente pienso que lo que tú piensas es divertido”. Agrega que cuando la interacción del humor ocurre entre dos, es señal de apertura al discurso de la otra persona y que desea que esa conversación continúe. “En lugar de pensar ‘estoy seguro que serás la pareja compatible para toda mi vida’, creo que lo que sucede es una persona está diciendo ‘sigue hablando. Continuemos con lo que ésto”.
Por eso, como dicen los franceses, ‘vive la difference’.