Satiricosas/Manú Dornbierer

La paradoja brasileña y otras

Ignacio Lula da Silva es el más popular candidato para un nuevo periodo como presidente de Brasil. En la encuesta del pasado 12 de diciembre Lula da Silva figuró como ganador de las elecciones presidenciales de 2018 “en todos los posibles escenarios electorales”. La encuesta indagó sobre quién es considerado el mejor presidente de Brasil, según los electores, y Lula obtuvo 43 por ciento, seguido de Fernando Henrique Cardoso con sólo 13 por ciento.

Pero para que no pueda Lula participar en la elección como quieren sus electores brasileños, sus enemigos entre los que se encuentran jueces al servicio del actual presidente (de) Temer impuesto, como se sabe, por el Fondo Monetario Internacional, le aumentaron a 12 años una orden de prisión por corrupción, que le impide participar en la contienda aunque el pueblo lo pida a gritos.

El neoliberalismo, el Nuevo Orden Mundial, Trump, los KKK, el venezolano metiche JJRendon -que debería expulsar de México el expulsador por excelencia, hermanito de la Margarita ABC, quien quería expulsar a Ackerman por aparecer en RT- y la misma Hillary que fue la que empezó a desmembrar el Mercosur, llámese como se llame, la derecha mundial (algunos dicen que no existe) quiere impedir que los electores brasileños se den el presidente que les plazca. En este asunto es más que obvio que se está contraviniendo la voluntad de todo un pueblo y que el ejemplo va a cundir, por ejemplo, en México.

El presidente (de) Temer

La mejor prueba de que el actual presidente de Brasil es un títere del Nuevo Orden Mundial -y claro de las clases más ricas brasileñas, sus aliadas- fue su propia traicionera actuación con la ex presidenta Dilma Roussef de la que fue vicepresidente, pero una de las descripciones precisas de traición a su patria y a la más elemental democracia la proporcionó en su momento Wikileaks:

“El nuevo presidente interino de Brasil, Michel Temer, fue informante de la embajada de EE.UU. en Brasil, ha revelado WikiLeaks a través de su cuenta en Twitter.
En un mensaje publicado por el sitio web de WikiLeaks figura un documento enviado desde São Paulo (Brasil) con destino al Comando Sur de EE.UU, con sede cercana a Miami. En el cable se analiza la situación política en Brasil durante la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva y aparecen las reflexiones de Temer sobre las opciones electorales de su partido para el año 2006 (el dato del cable filtrado es del 11 de enero del mismo año), que este compartía con dos interlocutores llamados CG y poloffs. En el cable se afirma que “el diputado Federal Michel Temer, presidente nacional del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), cree que la desilusión pública con el presidente Lula y el Partido de los Trabajadores (PT) proporciona una oportunidad para que el PMDB presente su propio candidato a las elecciones presidenciales de 2006”.
“Al ser preguntado (el anglicismo es original) sobre el programa del partido, Temer indicó que el PMDB apoya políticas que favorecen el crecimiento económico. [El partido] no tiene ninguna objeción al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) [y] preferiría ver al Mercosur fortalecerse con el fin de negociar con el ALCA como bloque, pero la tendencia parece ser la contraria”, se afirma en otro fragmento de los documentos filtrados.
En vísperas de las elecciones de 2006, Temer auguró el escenario de una victoria de su partido (PMDB). Temer aseguró que el PMDB se haría con entre 10 y 15 gobernadores ese año, y que su formación obtendría la mayoría de representantes en el Senado y, por tanto, en la Cámara de Representantes.  Esto significaría que el presidente electo tendría que rendir cuentas ante el poder del PMDB. “Quien quiera que gane las elecciones presidenciales tendrá que acudir a nosotros para hacer cualquier cosa”, habría dicho Temer”.

¿De qué acusan a Lula?

Lula y su esposa han estado bajo investigación por la supuesta posesión de un lujoso apartamento en el puerto turístico de Guaruja, en el estado de Sao Paulo.

El piso pertenecía a una compañía constructora, OAS, envuelta en un escándalo de corrupción por ser beneficiaria de contratos con la petrolera estatal Petrobras a cambio de favores políticos.

La empresa, según alguna prensa, supuestamente invirtió unos 330.000 dólares para reformar y amueblar el apartamento en Guajura, además de que pagó 400.000 dólares de un depósito y el alquiler por cuatro años.

A cambio, la constructora -una de las más grandes del país- habría sido beneficiada con contratos multimillonarios firmados con el gobierno.

El caso Petrobras llevó ya tras las rejas a políticos y poderosos empresarios y es considerado el mayor escándalo de corrupción de la historia del país.

Los abogados del exmandatario dijeron que los fiscales carecen de evidencia para sustentar su acusación.

“Esta farsa en contra de Lula es un insulto a la democracia y a la inteligencia de los ciudadanos brasileños”, le dijo a la prensa Cristiano Zanin, uno de sus defensores. Lula ha insistido en que el inmueble nunca fue de su propiedad, además de que ha rechazado las acusaciones de lavado de dinero.

Le debería preguntar Lula a la mexicana Alejandra Barrales, ex presidenta del PRD, que hoy pretende convertirse en Jefa de Gobierno de la inmensa ciudad capital de México, cómo le hizo para que le permitieran ser candidata a semejante puesto si ha recibido, ella sí no pudo negarlo, varias propiedades de valor muy por encima de sus posibilidades, entre ellas un departamento en una  zona rica de Miami.

El ex presidente de Brasil insiste en que los cargos contra él responden a motivaciones políticas ante su eventual postulación a la presidencia en 2018.

En una entrevista con la BBC el mes pasado, Lula desafió a los fiscales a que presenten los cargos en su contra.

Lula fue considerado uno de los grandes hombres del siglo XXI y liberó a Brasil de la bota gringa, como otros políticos suramericanos que pretendieron a través del Mercosur liberar a Latinoamérica de Amerika. Todos están siendo igualmente atacados.

“Hoy, a pesar de que su imagen ya no sigue intacta, a sus 70 años el ex sindicalista continúa siendo una figura poderosa en Brasil” y lo quieren de nuevo para presidente en las elecciones de este año. Pero para impedirle el acceso a la candidatura que seguramente lo llevaría a la presidencia de nuevo lo tratan de corrupto. El león cree que todos son de su condición.

Mientras tanto: Trump en Davos.

Fue a presumir a Suiza -de última hora además- prácticamente de ser el mejor presidente que ha tenido Estados Unidos. Pero bien que mal trató de redimir algunos errores por ser tan bocón ya que quiere que “inviertan en Amerika” (como no dejan de robarse los gringos el nombre de nuestro continente, le pondré una K cuando los cite en ese tenor). Después de haber tratado a África -y a ciertos países de nuestra América, de “hoyos de mierda- se entrevistó con el presidente de Ruanda y presidente de la Unión Africana, Paul Kagame, al que le rogó que transmitiera “un caluroso saludo a los jefes de estado de ese continente” que habían protestad por ser precisamente tratados de «países de mierda». Y ahora Trump cubrió de elogios a Kagame con el que, según afirmó, mantuvo “una conversación maravillosa y excelente bajo todos los puntos de vista”.  Ay que lindo arrepentimiento.

Ah y dejó entender que siempre sí quiere seguir con lo del Transpacífico… ¿Ya le está apretando el zapato?

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