México ante su mayor amenaza
Nestora: del penal al Senado
A la señora Nestora Salgado García, de nacionalidad gringa-mexicana, no le costó ningún esfuerzo ser candidata a senadora por Morena, pese tener en su contra una decena de averiguaciones previas y estar acusada por 15 delitos que van desde: secuestro, extorsiones, amenazas, abuso de poder y hasta tortura.
Ay, de aquellos infelices detenidos, que cayeran en manos de la ex comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado: eran enviados a las mazmorras de una “Casa de Justicia” localizada en la Costa Chica. Meses de terror vivieron los montañeses los años: 2013, 2014 y 2015, durante el “Reinado de la Comandanta Nestora”.
En las pestilentes mazmorras en San Luis Acatlán, los infelices detenidos eran tratados peor que animales, además de torturarlos eran extorsionados por órdenes de la “Señora Comandanta”, con diversas cantidades que iban desde los 5 mil hasta los 50, 75 y/o cien mil pesos o más, para ser liberados. Por eso y más, Nestora fue denunciada y enviada a prisión de alta seguridad en Nayarit.
La película de terror terminó cuando la “Señora Comandanta” Nestora Salgado fue aprehendida y enviada a la cárcel por la PGR, acusada de secuestro más otros delitos.
La reseña del horror que vivieron muchas personas detenidas por Nestora es larguísima, que podría ser llevada a la pantalla del cine -de terror-. A los pestilentes calabozos llamadas “Casa de Justicia” de la CRAC, la Comandanta le llamaba “El Paraíso”; para muchos fue el verdadero infierno. En esos sitios encarcelan, torturan y hasta juzgan a los detenidos. Como la “Santa Inquisición”.
Tras permanecer dos años presa en un penal de alta seguridad, diversos organismos que supuestamente defienden derechos humanos victimizaron a la victimaria: Nestora Salgado, quien logró salir de prisión auto llamándose “presa política”.
Existen 10 averiguaciones previas e igual número de carpetas de investigación pendientes contra Nestora Salgado por diversos delitos, hasta de robo, en juzgados de Guerrero y Morelos.
Pese a su truculento historial, Nestora Salgado fue puesta en libertad y después “lavada sus culpas” por el dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien con su “dedito purificador” la convirtió –de la noche a la mañana- en “buena persona” y le regaló la candidatura a senadora por Guerrero; va en fórmula con el “Toro sin Tuercas”.
“Quien nada debe, nada teme” -dice el refrán. Nestora ahora se victimiza, con la codiciada candidatura a senadora, por las dos vías: uninominal y plurinominal; ni para fallarle. Si el Chapo Guzmán estuviera en México, también AMLO lo convertiría en candidato a senador o diputado federal.
Nestora dice que cuatro veces la han amenazado por teléfono, pero no denuncia ante la PGR los números desde donde le llaman. Exige protección para venir a Guerrero. ¿Qué dirán aquellos infelices que ordenó secuestrar y encarcelar con su temible CRAC?
Valdría hacerle una pregunta a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN): ¿Puede una persona con nacionalidad estadunidense-mexicana ser senador de la República, o diputado federal?… Ojalá la máxima autoridad del país (SCJN) responda.
Nuevo fiscal: Zuriel de los Santos
Sólo con trabajo y buenos resultados se desvanecerán ácidas críticas hacia el nombramiento del nuevo Fiscal General del Estado, Jorge Zuriel de los Santos Barrila, quien ayer fue designado por el Congreso local, tras largo debate no sólo en medios sino en el recinto parlamentario donde la mayoría de los diputados (43) le dieron su voto de un total de 45.
Los asesinatos del diputado Armando Chavarría; los homicidios de varios políticos, aspirantes y candidatos de distintas filiaciones, son el reclamo de distintos sectores al nuevo Fiscal General del Estado, De los Santos, quien asumió el cargo -por 6 años- en medio de cuestionamientos no sólo de diputados sino a través de redes sociales.
El nuevo titular de la FGE, asume el cargo cuando la inseguridad arrecia por eventos nada gratos que tiñen de violencia a municipios como Acapulco y regiones de Tierra Caliente y Costa Grande. Los malosos se matan entre ellos.
Del nuevo Fiscal General del Estado (FGE), la opinión pública estatal, la ciudadanía, esperan buenos resultados; porque -desgraciadamente- cuando se incurre en fallas, éstas son endosadas al Poder Ejecutivo, que muchas veces es ajeno a las desgracias. Punto.