La carambola política de los 3 millones
¿Qué tipo de empresa traslada casi 3 millones de pesos en efectivo custodiados por escoltas en tiempos de la banca electrónica?
La detención de un escolta del Ayuntamiento de Acapulco con casi tres millones de pesos en efectivo es una carambola que impacta no solo al gobierno de Evodio Velázquez Aguirre si no también a las campañas de dos de sus candidatos más allegados.
El dinero venía de Chilpancingo donde Antonio Gaspar Beltrán, un prominente miembro de la corriente Nueva Mayoría impulsado por Evodio es candidato a presidente municipal.
Su destino era Acapulco a donde era trasladado por tres hombres que portaban armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, uno de los cuales es identificado como escolta personal de la esposa de Velázquez Aguirre y candidata a diputada Perla Edith Martínez Ríos.
El gobierno municipal se apresuró a decir que el detenido estaba fuera de servicio por incapacidad desde hace un par de meses.
Luego, ante la difusión en redes sociales de fotos y videos donde se le ve en actos de campaña de la primera dama, reculó e informó en un comunicado de prensa que siempre sí estaba activo pero asignado a una empresa.
Se presume, sin que se pueda tomar por cierto, que el dinero sería de esa compañía de la que no se informa nombre ni giro.
La detención que realizó la Policía Federal en la Autopista del Sol, arroja otras interrogantes.
1.- ¿De quién son propiedad la camioneta Jeep blanca (como las que se usan en el gobierno) y las armas, entre éstas un rifle Galil (igualito a los de la policía de Acapulco) con los que fueron detenidos el escolta y otras dos personas? ¿De la empresa? ¿Del Ayuntamiento?
2.- ¿Qué empresa transporta casi 3 millones de pesos en efectivo en estos tiempos de la banca electrónica, en periodo de campañas electorales y con escoltas ligados a un alcalde que tiene candidatos a cargos de elección popular?
En la actualidad basta un click en la computadora para que el dinero llegue a otra cuenta bancaria de cualquier ciudad del mundo.
Por supuesto, una transacción electrónica y más cuando es por ese monto, debe acompañarse con su respectiva factura.
¿A qué tipo de empresas asigna el gobierno de Acapulco a policías que deberían estar cuidando la seguridad de los habitantes de una de las ciudades más violentas e inseguras del país y del mundo?
El asunto es demasiado grave para dejarlo pasar y tomarlo a la ligera como si se tratara de una simple guerra sucia electoral.
La investigación de este caso debe sentar un precedente y no dejar lugar a dudas sobre si el dinero incautado era lícito, y si el alcalde de Acapulco es ajeno a aquello de donde provenía o en lo que sería utilizado ya que se especula en las redes sociales que con este recurso se comprarían votos o se pagarían movilizadores el día de la elección.
De resultar lo contrario se debe proceder para dejar claro que no hay impunidad, y que los ciudadanos pueden tener la confianza de que las elecciones las ganan los mejores candidatos y no quienes consiguen más dinero de dudosa procedencia.