Hoja verde
Acatar la Constitución y ya
En el asunto del nuevo rival de Maduro que se autoproclamó “presidente encargado de Venezuela”, el primer mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha limitado _simple e inteligentemente_ a obedecer lo que manda la Constitución Mexicana, que en la fracción X del artículo 89, a la letra dice:
“Las facultades y obligaciones del Presidente, son las siguientes: Dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, así como terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos, sometiéndolos a la aprobación del Senado.
En la conducción de tal política, el titular del Poder Ejecutivo observará los siguientes principios normativos: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo; el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales”.
No se necesita decir más. De modo que son unos ignorantes los que, como un tal locutor Jorge Ramos, famoso ex mexicano en Estados Unidos, insultan al presidente de México por no apoyar al venezolano “autoproclamado” dueño del país, así tenga muchos apoyadores.
En México, por cierto, sólo hubo un “autoproclamado” fuera del gobierno: Clouthier, padre de 11 hijos, entre ellos Manuel y Tatiana, hoy en Morena. En 1988 se autoproclamó presidente y hasta creó un gabinete. No tardó en morir en una carretera como “se usaba” entonces, aplastado por un tráiler en 1989. ¿Accidente de tránsito? Así murieron varios panistas que estorbaban. Sospecho en lo personal del propio Prian, y de los dueños de los tráileres…
Bueno, al grano: Para obedecer una vez más órdenes imperiales, en México estamos demasiado ocupados en rehacernos, en reponernos del ramplón neoliberalismo que nos impusieron George Bush padre y Carlos Salinas de Gortari, y de la criminalidad consecuente desde hace más de tres décadas. Lo más que se puede hacer para “salvar a Venezuela”, es lo que ofrecen dos países hoy libres, México y Uruguay.
¡Qué rayos le pasa al Parlamento Europeo? ¿No le basta lo de allá? Está actuando en forma intervencionista al igual que la OEA pero ésta por lo menos es un ente americano, continental, así esté a las órdenes gringas. Cito a Mouris Salloum, director general del Club de Periodistas de México: “Otra vez, la Casa Blanca exportando “democracia” y la OEA cumpliendo su papel de mano de gato para echarle tierra a sus fétidos excrementos”.
Por otra parte, como señala Eduardo Ibarra en su columna Utopía, los propios gringos libres se dan cuenta de lo que se trata a través de ese renovado movimiento mayúsculo contra la Izquierda en toda América del Sur:
“El senador demócrata y precandidato presidencial, Bernard (Bernie) Sanders no tiene empacho en advertir ‘Todavía hay millones de personas en el mundo que siguen creyendo que la crisis que padece actualmente Venezuela es por culpa de Nicolás Maduro y no del brutal bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, al no tener nuevamente el gran acceso y control del petróleo y de sus recursos naturales. Pero así son los medios de comunicación, te hacen odiar al oprimido y amar al opresor’”.
Qué pena que no fue Sanders (1941) el presidente que tanto necesitan los Estados Unidos. Tuvo miles de seguidores en 2016, muchos jóvenes que han oído hablar de mejores tiempos de su país y de mejor aplicación de sus principios democráticos y quieren recuperarlos. En su juventud fue miembro de la Liga socialista y participó en el Movimiento por los Derechos Civiles por la igualdad racial en 1963, cuando Martin Luther King pronunció su histórico discurso Yo tengo un sueño.
Pero en 2016 los demócratas se equivocaron y escogieron a Hillary, nefasta para América Latina. Como secretaria de Estado del presidente Obama y se dedicó a destruir la democracia verdadera en varios países, para volver a meter al redil neoliberal al Gran Sur Continental, que en la década anterior, unido a través del Mercosur que ya estaba levantando la cabeza airoso, democrático y sobre todo independiente de EU.
Hoy se trata de lo contrario: regresar el poder a manos de los
ricos, como lo revela descaradamente el nuevo mediático presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, un Hitler tropical que se fue pavonear a Davos. O Macri, en Argentina, impuesto por el Fondo
Monetario Internacional, que ha arruinado
a su país. Y en Chile, Hillary Clinton volvió
a apoyar el regreso de su cuate millonario de Nueva York, Sebastián Piñera, quien en 2018 tenía 2 mil 700
millones de dólares, según Forbes, y hoy
ya va en 2 mil 800 millones de dólares.
¿MÁS PARTIDOS EN MÉXICO?
En México hay algunos que no entienden que “ya se acabó”. Verbigracia, Margarita Zavala y Felipe Calderón que quieren crear un nuevo partido político versus “la dictadura de López Obrador”, y se olvidan de nosotros los más de 30 millones de ciudadanos, auténticos electores.
El nombre de su partido, Libre, se construiría, dicen, con las primeras sílabas de sus nombres propios, lo que produciría el bonito apelativo de Partido Maza-Fecal. Otros dicen en cambio que su instituto político se llamaría simplemente Barra Libre. “Haiga sido como haiga sido”, el caso es seguir chupando, pero sobre todo dinero público.
LA TV SE RENUEVA
Canal 14, que fundó el espurio Calderón, hay que reconocerlo, bajo el nombre de Una voz con todos, hoy tiene al supertaquillero Peje. Ya le hizo pedazos el rating a la 7:00 horas a los chayoteros matutinos de las estaciones comerciales de radio y TV con su conferencia de prensa (uf, está hablando más aprisa). Ya nadie ve a esa hora Radio Fórmula.
Ricardo Rocha se salva porque su horario es de 6:00 a 7:00 am. Es el canal de Estado, sí, pero sin la ex pedantería gubernamental. También Canal 11 debería recuperarse, ya que decayó mucho, qué pena, con Jimena Saldaña, hija de mi amigo Jorge Saldaña que era bien picudo.
En Palacio Nacional aparecen “de bulto” algunos conocidos como el citado Ricardo Rocha, que siempre fue partidario de AMLO y Nino Canún, un poco despistado. Debería haber posibilidad de preguntas para periodistas que vivimos lejos. A ver qué inventan.
No solo habla y contesta AMLO, sino que lleva a sus colaboradores y así en vivo y en directo, ellos le explican a la inmensa audiencia del país (y otros) lo que están haciendo para reparar lo que hicieron los mega ladrones de las últimas décadas. Se acabó eso de un informe presidencial al año como pedestal para el rey-dictador del momento.