Sin mucho ruido
Puebla y Baja California el preámbulo del futuro electoral en Guerrero
Puebla y Baja California el preámbulo del futuro electoral en Guerrero.
México es un país multicultural, pluricultural y pluripatidista. Tenemos mayas, mexicas, mixes, purépechas, otomíes, zapotecos, en fin, un arcoíris cultural originario muy importante y que durante y después de la conquista han jugado algún papel importante para los vencedores o para los vencidos.
Esto tiene que ver con la conducta política de los ciudadanos de nuestro país y de los partidos políticos. La existencia de muchos y su propia atomización en corrientes o tribus, o grupos de interés político y económico. Todo esto al margen de los principios y programas del instituto político. Esto es letra muerta.
Puebla es un estado muy conservador, por una parte por los indígenas y por otra por los de origen español que prefieren que todo siga igual mientras no les afecten sus bolsillos. Además de lo religioso. Por eso los panistas pudieron arraigarse en ese estado. Dificilmente lo harían en estados como Guerrero, Oaxaca, Chiapas o Tabasco.
El que solo hubo una participación ciudadana de poco más del 30 por ciento es un reflejo de la desconfianza a los cambios. Sabían que Morena avanzaría y prefirieron no actuar como una forma de restarle legitimidad al ganador. Parece que no recuerdan que en este país eso no importa, Carlos Salinas de Gortari y otros ejemplos locales los hay en la historia electoral de México.
Huelga decir que los legisladores mexicanos no han querido ajustar la ley electoral que garantice u obligue que una elección sea válida con la participación mínima del 50 por ciento más uno de la lista nominal y que, el su caso pudiera darse una segunda vuelta con la participación de los dos partidos o coaliciones con mayor votación. Tal vez habría que intentarlo en el afán de lograr sumas y no restas. Entre más tribus divididas menos identidad como nación hay.
Guerrero también tiene sus propias tribus y tlatoanis regionales con sus respectivos espacios e intereses de poder. No me refiero a los poderes fácticos, estos son otros.
La derrota del PAN y sus aliados, como el PRD, va a impactar al sol azteca. Un partido que se convirtió en la Malinche al traicionar sus orígenes de centro izquierda para irse de sirviente a la derecha más conservadora. Y ser solo eso, un sirviente.
Hoy por si solo el PRD no podrá avanzar como hace 20 años. Sus liderazgos solo piensan en sus intereses y esto impide una unidad real, desde abajo. Los suspirantes conocidos tienen muchos cuestionamientos: corrupción (Evodio) y haber sido candidatos perdedores (Beatriz).
A esto hay que agregarle que así como Guerrero fue de los principales bastiones del perredismo en México, ahora el lopezobradorismo tiene presencia en los sectores sociales más desprotegidos y, numéricamente hablando, significan más votos. El pueblo no olvida y al PRD muchos no le van a perdonar apoyar las propuestas y proyectos de la derecha, el PAN, y haberse distanciado de Andrés López Obrador en la última batalla, que fue la triunfal. El PRD, sus líderes, se equivocaron y no les bastará pedir disculpas. Van a pagar sus errores en el 2021.
El PRI será el perdedor de la estafeta del poder ejecutivo, pero no significa que se quedará en un tercer o cuarto lugar, como le sucederá al PRD. Movimiento Ciudadano tiene posibilidades de crecer por sí mismo. Sería un error continuar una alianza como la de Puebla. Incluso podría tener mejor acercamiento con Morena que el PRD.
Morena pereciera estar en los primeros días de la Comuna de Paris. Ojalá y aprendan a aprender de la historia y de la importancia de las matemáticas en la política. Lo importante es sumar y multiplicar, no restar y dividir. Y algo más que muchos de ellos no entienden es que deben conocer bien sus debilidades y sus fortalezas y no dejarse llevar por el canto de las sirenas.