Sin mucho ruido
Primero fue una invitación.
Luego una negociación interna.
Pero al final el esfuerzo quedó en fracaso.
Los panistas, reunidos en la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (Goan), intentaron formar un frente de estados.
De mandatarios estatales opositores se entiende, porque los de Morena jamás van a desobedecer a su caudillo.
Por ello tendieron sus redes hacia quienes creían afines en una lucha en doble vía: por mejor trato político y mayores recursos presupuestarios.
Al frente estaban los priístas por ser mayoría, mas no encontraron eco.
Acudieron a Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano (MC), pero trocó su combatividad original por la superviviencia en Jalisco.
De los perredistas solamente queda Silvano Aureoles, pero pelea solo contra el arrasamiento centralista de la nueva administración.
Y los priístas se entienden con la federación por su cuenta, sin guía desde la avalancha de julio del año pasado, y sólo encontraron el camino de los acuerdos individuales.
Y LOS ESTADOS PIERDEN
En estas condiciones, los estados son los perdedores.
Antes de hablar de los efectos, entremos a los antecedentes:
Previamente a la formación de su asociación, los gobernadores panistas buscaron a sus homólogos en busca de entendimiento y acuerdos.
El principal objetivo, les subrayaron los azules, sería actuar en unidad para la obtención de recursos a fin de mantener los fondos y las partidas.
Hubo impulsores destacados, como el queretano Francisco Domínguez, el guanajuatense Diego Sinhue y el quintanarroense Carlos Joaquín.
No hubo acuerdo porque, ya lo dijimos, los tricolores prefirieron ir individualmente por su cuenta y riesgo y entonces fundaron su Goan.
Hoy, cuando la maquinaria de Morena en la Cámara de Diputados amenaza con arrasarlos –“no le cambien ni una coma” al presupuesto de 2020, es la instrucción al coordinador Mario Delgado-, intentan acercamientos.
Demasiado tarde.
Dadas las proyecciones, solamente recuperarán algunas partidas para seguridad pública y algunos otros rubros, pero sus montos no pasarán en términos reales de lo ejercido en 2019.
Ah, y mucho menos podrán ser intermediarios y meter mano en el destino de los recursos etiquetados desde San Lázaro.
El mérito será para ya saben quién.
SIGUE LA CRISIS EN PEMEX
1.- La crisis del hackeo a Petróleos Mexicanos (Pemex) seguiría al menos una semana más, anunciamos aquí hace ocho días.
Pues bien, el problema persiste y no tiene para cuándo.
No se paga ni a quienes inutilizaron el sistema cibernético ni a quienes hoy chantajean para sacar mayor provecho económico.
Pero tampoco hay contratos, concursos, pago de salarios, liberación de recursos… nada.